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jueves, enero 01, 2009

¿Otro Bogotazo? (Editorial)

Caos, desorden, ausencia de autoridad, crímenes de lesa humanidad, y un gobierno nacional que empezó su declive inexorable con el presidente de ese entonces, Mariano Ospina Pérez, hasta llegar a una situación insostenible para las instituciones del Estado, bajo el gobierno de Laureano Gómez. Tal era la situación de la capital colombiana después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948. Se trata del hipotético período de La Violencia.

Y digo “hipotético”, no porque dude de que esa descomunal violencia haya existido, sino porque ya existía desde mucho antes, y lamentablemente, siguió existiendo hasta nuestros días. Pero para darle gusto a supuestos eruditos de la historia, oficialmente se conoce al período de La Violencia como el tiempo transcurrido desde el día del asesinato del caudillo liberal (Gaitán), un día oscuro de la historia colombiana conocido como el Bogotazo, hasta finales de los años cincuenta, más o menos.

El General Gustavo Rojas Pinilla asumiría el poder entre 1953 y 1957, e intentaría la “pacificación” del país. Lo logró a medias. La guerrilla liberal de ese entonces, y que se venía gestando a partir de ese período de La Violencia precisamente, se desmovilizó en gran parte, y entregó las armas. Pero un reducto importante decidió no sólo seguir con su lucha por la toma del poder mediante las armas, sino que además se “convirtieron” al comunismo. Estamos hablando nada más ni menos que de los grupos terroristas de las Farc y el Eln.

Pero más allá de los innumerables pros y contras de la biografía política del General Rojas, es innegable que bajo su gobierno Bogotá sufrió una transformación importante en infraestructura, y hasta se logró crear un estado algo más democrático. Se construyeron el Aeropuerto El Dorado, múltiples avenidas, el Centro Internacional de Bogotá, y demás anexos del desarrollo urbano, llegó la televisión, y hasta se reparó una falta injuriosa contra el género femenino al instaurar el derecho al voto para las mujeres. Un “dictador de derecha más” para los unos, o un “redentor y salvador de las instituciones de la patria” para los otros, el General Rojas terminaría siendo -quién lo creyera- el abuelo materno del actual alcalde de Bogotá, un representante de la “izquierda democrática”.

Bogotá hoy en día
Dista mucho la situación política, socioeconómica y urbana de la Bogotá de Gustavo Rojas Pinilla de la actual, bajo el mandato de su nieto, el Alcalde del Distrito Capital, Samuel Moreno Rojas. Ha pasado más de medio siglo desde entonces. De ahí que necesariamente ciertas comparaciones sean de entrada inocuas. Sin embargo, al contrario de lo que ocurriera con su abuelo, al actual alcalde la ciudadanía no le reconoce progreso alguno en el desarrollo de la ciudad. Incluso puede afirmarse sin temor a equívocos, que la mayoría de bogotanos desaprueban su gestión, y eso tan sólo después de un año de gobierno, porque perciben que la calidad de vida en la capital está retrocediendo.


Bogotá venía con mucho impulso -hacía adelante-, y por primera vez en su historia, a pesar de las enormes dificultades propias de una mal llamada “capital tercermundista”, venía siendo objeto de prestigiosos reconocimientos internacionales por la democratización de los servicios públicos, la construcción de bibliotecas espectaculares e infraestructura urbana en las zonas más marginales, la “cultura ciudadana” para mejorar la convivencia y bajar los índices de violencia, el sistema de transporte masivo Transmilenio, “Bogotá sin hambre”, las ciclorutas, la recuperación del espacio público, etc; todo esto acaecido bajo los gobiernos de Antanas Mockus, Enrique Peñalosa y “Lucho” Garzón.

Tomemos por ejemplo el problema de la movilidad. El sistema de transporte que venía mejorando en las administraciones de Peñalosa y Mockus, es ahora objeto de críticas masivas por su congestión, inseguridad e ineficiencia. Mucho más grave aún es la situación actual de seguridad. La percepción ciudadana de que la ciudad se ha vuelto muy insegura de nuevo, está debidamente soportada en cifras y estadísticas de violencia, aunque en un extraño malabarismo dialéctico, el alcalde afirme lo contrario. Los medios de comunicación más importantes de la capital, como son el diario El Tiempo, el diario El Espectador, la Revista Semana, Radio Caracol, Radio Santa Fé y la Revista Cambio entre muchos otros, han señalado unánimemente que la calidad de vida en Bogotá se ha venido deteriorando en el último año.

Y sin embargo el alcalde y la gran mayoría de los políticos afines ideológicamente al partido Polo Democrático, se hacen los de la vista gorda: “Aquí no ha pasado nada”, en otras palabras. En plena temporada navideña por ejemplo, asesinan inpunemente a un muchacho en una zona del norte de Bogotá, y que se supone ser segura, y a escasos cien metros de una prestigiosa clínica bogotana, que por cierto, está bajo investigación por presunta negligencia al negar el servicio de urgencias a la víctima. Y éste no es un hecho aislado.

Y aunque la situación se preste para el oportunismo de las críticas de muchos de los contradictores políticos del Polo, hay que reconocer que los diagnósticos de los congresistas Gina Parody y también el de Nicolás Uribe desgraciadamente están en lo cierto y reafirman todo lo anterior. El ex alcalde Enrique Peñalosa también denuncia como se ha venido perdiendo el espacio público de nuevo, o como ha venido desmejorando la cobertura y calidad de la educación en los colegios oficiales.

Es hora de que el alcalde de la cara y le meta el hombro a nuestra ciudad. No se trata empero, de sabotear su labor. Todo lo contrario. No queremos que su trayectoria política se llene de crisis inmanejables, porque ello nos afecta directamente. La gran mayoría de bogotanos quisiéramos que pasara a la historia como uno de los mejores alcaldes que jamás han existido, no porque seamos afines a su partido -que no soy, ni he sido, ni seré-, sino porque como bogotanos queremos vivir en una ciudad segura, limpia, democrática, más incluyente y moderna.

Samuel Rojas triunfó frente a Enrique Peñalosa en las pasadas elecciones capitalinas porque prometió construir el metro. Eso está muy bien. La mayoría de bogotanos queremos el metro, sin duda, y más allá de consideraciones partidistas, ideológicas y/o políticas. Pero que al alcalde lo hayan elegido porque prometió hacer el metro es una cosa, y otra muy distinta es que descuide de manera tan negligente la vida, bienes y honra de sus gobernados. Ya es hora de que Samuel Moreno Rojas tome posesión de su cargo. Menos cháchara y más acción por favor. Los bogotanos exigimos respeto. THL

Imágenes de las Websites de la Biblioteca Luis Ángel Arango y de la Alcaldía Mayor de Bogotá.

ACTUALIZACIÓN 5 DE ENERO DE 2009:
EL TIEMPO - Columna de opinión de Mauricio Vargas: La oscuridad de la doctora Clara - "Entristece e indigna la tragedia que acabó con la vida del joven estudiante de periodismo Juan Pablo Arenas, asesinado en la calle 85 con 15, en la 'Zona Rosa' de Bogotá el 31 de diciembre.(..).Y a todas estas, ¿dónde estaba la flamante secretaria de Gobierno, Clara López? Dedicada al autobombo en una página web que promueve su figura como estrella del gabinete del alcalde Samuel Moreno, la funcionaria que tiene a su cargo la seguridad de la capital nunca dijo esta boca es mía ante el creciente problema de estas 'ollas' que proliferan lo mismo en la 'Zona Rosa' que en Chapinero, en el sur, en el norte, en el occidente. De hecho, tras el asesinato del joven, la mediática secretaria no aparece por ningún lado. Como el avestruz, parece que enterró su cabeza en la arena."
EL ESPECTADOR - ¿Pasó el año Samuel Moreno?: "Sin lugar a dudas, la movilidad fue el talón de Aquiles del gobierno local. Los problemas en el tráfico de la ciudad, la incertidumbre sobre los proyectos que guiarán este tema y el colapso que tuvo el sistema de semaforización en el mes de octubre, generaron un caos que terminó con la intempestiva salida del Secretario de esta cartera, Luis Bernardo Villegas.(..).Alrededor de los números también hubo polémica. Una encuesta presentada por la Cámara de Comercio a mitad de año, demostró que la percepción de inseguridad en la capital había aumentado, pasando de un 34% a un 39%, la victimización había subido de un 29% a un 31%, y que el hurto a personas es el delito más frecuente (70% de los bogotanos ha sido robados)."
CARACOL RADIO - Lo bueno y lo malo del primer año de gestión de Samuel Moreno: "El primer año de gestión de Samuel Moreno como alcalde de Bogotá estuvo pasado por críticas, especialmente, relacionadas con temas de seguridad y movilidad. Sin embargo, hubo logros que no se percibieron del todo entre los ciudadanos, pero que le sumaron puntos al trabajo del mandatario, a juicio de algunos concejales.(..).En materia de seguridad, Samuel Moreno soportó fuertes cuestionamientos por la frecuente explosión de artefactos desde el mes de junio cerca a algunos establecimientos comerciales, en la estación de Policía de Suba, en dos almacenes Carrefour y dentro de varias busetas, casi de forma simultánea en dos oportunidades."

lunes, diciembre 08, 2008

El curubito intelectualoide (Editorial)

Podrán sonar resentidas las palabras y observaciones que seguirán un poco más adelante. A lo mejor lo son, a lo mejor no. El lector decide. Pero al fin y al cabo, y para bien o para mal, este blog se ha autodenominado "Observatorio Independiente de Medios de Colombia" (OIMC). Pues bien. Retomando esa función -y a veces odiosa tarea- de "observación", en un recorrido por las páginas de los medios de opinión colombianos, este pecho aterrizó en el website de la famosa revista "El Malpensante" *.

Como todo medio de comunicación escrito que se respete, en la barra principal de la website encontrará usted un LINK llamado "Pauta", invitando a potenciales clientes a utilizar las páginas de esta revista para hacer publicidad. Hasta ahí todo normal. Uno puede no ser un fanático de la publicidad, pero "de algo tiene que vivir la gente". El meollo del asunto está en los argumentos "contundentes" utilizados por este medio, para animar y convencer a los potenciales compradores de pauta publicitaria de promover sus productos en dicha revista. Veamos:
FUENTE: Revista "El Malpensante":
Base de suscriptores sólida, robusta y estable.

* 30.000 ejemplares mensuales circulados
* Más de 70.000 lectores
* NSE 4-6
* Cobertura nacional

Valioso perfil de lectores

* Jóvenes
* Muy educados
* Alto poder adquisitivo
* Influyentes en su entorno
Las siglas "NSE" con toda seguridad se refieren al "estrato (nivel) socioeconómico", pero habría que preguntarles a los encargados de la editorial. Más adelante dan más pistas sobre las "bondades" de esta revista, haciendo una descripción estadística "más detallada" sobre sus lectores y suscriptores:
Impacto multinicho que genera mayor alcance en la comunicación.

* 21.500 suscriptores nacionales y 400 internacionales en 14 países
o 8% son presidentes de compañía y primer nivel de las organizaciones
o 67% son jóvenes entre 24 y 36 años
o 14% son estudiantes universitarios y profesores
o 3% son estudiantes de colegio
o 6% son miembros de la élite artística y cultural del país
* Alcance a decisores de compra a nivel empresarial (altos ejecutivos) y personal.
* Marca sólida y de gran prestigio dentro de sus lectores.
* Lectores que se identifican con los contenidos y comparten sus valores.
* Lectores que coleccionan las revistas.
No tendría nada de particular esta descripción, si se tratare de una revista empresarial, o si el lector lo prefiere, sobre el "Jet-Set criollo". Es medio obvio que si ese fuere el caso, los eventuales suscriptores y lectores querrían saber cómo hacen sus negocios las grandes multinacionales, empresarios de éxito y millonarios habidos y por haber. O en su defecto, "cómo y con quién se gastan la platica". Y por supuesto: "influencia es poder".

Pero eso del "impacto multinicho" suena a algo así como que "si quieres estar en la movida, hacer parte de la clase dominante, en vez de la clase dominada, estás en el lugar correcto". Una interpretación más benigna del asunto sería que "el conocimiento es poder", lo cual es cierto además, pero en ese caso la revista estaría admitiendo tácitamente que el poder del conocimiento es un bien reservado para unos pocos privilegiados, como los lectores de la revista. Es decir, intencionalmente excluyente.

La peor interpretación de esta estrategia publicitaria sería quizás la de que "para poder entender los artículos, y el contenido en general de la revista, hay que poseer unas cualidades intelectuales inalcanzables para la mayoría de los colombianos", como quien dice, "si usted es de la prole, esta revista no es para usted". O quizás una segunda variante, aunque muy parecida a la anterior, sería algo así como: "si usted quiere convencer a la gente de que usted es un intelectual, hágase el que lee nuestra revista, o mejor aún, paute en ella".

Y para terminar este "Memorial de agravios", y desintoxicarse de este repentino ataque de "resentimiento social" por parte del OIMC, viene como anillo al dedo esta cita textual de una canción rockera bogotana: "Serías un buen postmoderno si supieras leer. Pero entre tanto muchacho..., no hay nada que hacer... Es esta soledad criminal". Esta frase proviene de la música y letra de "Soledad criminal", del nunca suficientemente ponderado grupo de las 1280 Almas.  La lírica de esta canción es bastante malpensada, pero para nada malpensante. THL

miércoles, abril 23, 2008

La ciclovía bogotana es un símbolo sagrado de nuestra democracia (Editorial)

El siguiente melodrama transcurre en Bogotá, durante una supuesta fría madrugada de un domingo. Para empezar, digamos que en algún lugar del barrio del 20 de Julio al sur de la capital, ocurre lo siguiente: “Mijito…, ¡levántese que ya van a ser las cinco [de la mañana], o sea que ya empieza la ciclovía!” Horas antes, en Suba, al norte de la ciudad [a eso de las tres de la mañana], “Mijita, ¡póngase ya el uniforme [camisa de color amarillo chillón, pantaloneta rojo también chillón] de guardián de la ciclovía, y salga ya, o si no va llegar tarde a su puesto de control!”.

Para los "de afuera", y que de pronto no saben de qué carajos estoy hablando: la ciclovía bogotana es una tradición de más de veinte años, consistente en que algunas de las avenidas principales son cerradas al tráfico automotor durante las 7 AM y 2 PM, y las calles son invadidas por deportistas de rendimiento físico por determinar, como yo, pero con mucho corazón y ganas de hallar un sano espacio de recreación, y que quieren por ello apropiarse un rato de la ciudad y circular por ella a través de cualquier medio de transporte de tracción humana.

La propuesta de reforma de la Cámara de Representantes, y cuyo autor intelectual es José Fernando Castro Caicedo*, del partido de gobierno CAMBIO RADICAL [qué ironía lo de "cambio" y lo de "radical"], consistente en una dantesca madrugada para satisfacer las necesidades de una minoría a quienes sirven. Tremenda herejía y despelote en el día de descanso decretado por las mismísimas Sagradas Escrituras. Daño colateral producto de la “brillante iniciativa” de una parranda de congresistas desocupados, que quieren adelantar una actividad sagrada para muchos de los bogotanos por dos horas, la ciclovía de los domingos, de 5 AM a 12 meridiano. Congresistas inútiles que viven de nuestros impuestos y que no le han prestado ningún servicio de altura a la patria, y que ahora quieren meter el “mico” en cuestión como proyecto de ley, pasando además por encima del Concejo de Bogotá.

Primero que todo, que pobre manera de representar al interés nacional, y las necesidades verdaderamente apremiantes de la nación. Ahora resulta que los domingos es obligatorio facilitar las vías de transporte, para que Zutano pueda vender chorizo con arepa en algún local "New age" de la carretera a todos los enguayabados del fin de semana, y que no lograron entrar al famoso restaurante “Andrés, carne de res”, o a una de sus imitaciones y secuelas gastronómicas al lado de las polvorientas carreteras de la Sabana de Bogotá.

O quizás Fulano se retrasó el otro día para su partidito de golf en el “Club de Los Lagartos” [nombre que ni pintado para sus arribistas socios], o si no, lo que pasa es que las ventas de los grandes centros comerciales de Mengano podrían ser mucho mejores, si sus potenciales clientes no tuvieran que circundar en masa en sus carros por las calles congestionadas que son ciclovía a esa hora. Vías dizque congestionadas a raíz del cierre de las principales vías capitalinas, para facilitar un pequeño espacio de recreo y descanso a los ciclistas y deportistas ocasionales domingueros, o a los que trotan, o montan patines, o lo que sea, los domingos de 7 AM a 2 PM. La ciclovía es una de muy pocas ideas originales y de verdadero progreso democrático, 100% colombiana y bogotana.

En la ciclovía hay de todo. Ciclas bien cachetudas, hasta de marca BMW, PEUGEOT o MERCEDES BENZ, o marcas mejores aún pero de verdaderas fábricas de bicicletas, como JAMIS, BENNOTTO, RALEIGH, etc. Y hay las imitaciones, muy buenas por cierto. También hay ciclas dobles. Hasta he visto ciclas con remolque, donde un señor pedalea con cuerpo y alma para hacer avanzar a dos nietos y a su madre [¿o suegra?] entrada en años, y hacerlos parte del paseo. También hay un sinnúmero de minusválidos o discapacitados [no sé cuál es el nombre correcto ahora, pero de ninguna manera es peyorativo el uso de uno u otro término lingüístico], con unas adaptaciones increíbles, muchas veces creadas por ellos mismos, para impulsarse con tenacidad y decisión a través de las vías dispuestas con tal fin.

En la Avenida El Dorado por ejemplo, es común ver pequeñas filas indias de niñas de ocho a diez años más o menos, debidamente uniformadas y equipadas, y que patinan armoniosamente siguiendo las precisas instrucciones de su entrenador. Niñas que sueñan con alcanzar el podio y llevarse una medalla dorada, como la “Chechi Baena”, nuestra campeona mundial de patinaje. También hay los ciclistas clásicos, vestidos con una trusa de lycra narizona al mejor estilo de Lucho Herrera [el otrora campeón de la Vuelta a España y del Dauphiné Liberé, entre muchas otras hazañas deportivas], añorando quizás tiempos gloriosos del ciclismo colombiano.

También están los adolescentes y los cincuentañeros, ávidos por demostrarle al que sea que su temprana o tardía juventud no es obstáculo para demostrar quien es el rey de la velocidad a los que pertenecemos al grupo etáreo intermedio. De esa manera, sin proponérmelo, me he visto avocado a enfrentarme en heroicos duelos con varios desconocidos. Sigo invicto por cierto, más que todo por resistencia. Aunque admito que han existido algunos pocos, poquísimos, más veloces que yo. Pero esos no andan cazando duelos espontáneos conmigo, ni yo con ellos, para no perder mi invicto claro está. Ni pendejo que fuera.

Mujeres muy bellas, con cuerpos fantásticos y de todas las edades montadas en todo tipo de caballitos de acero. Cuando uno las va inspeccionando desde atrás, mucho antes de inspeccionar la parte frontal del motor vehicular, se lleva más de una sorpresa al constatar que en este terreno también hay modelos clásicos, dignos de ser coleccionadas y admiradas. También hay de las otras, de chasis torcido o de carga muy pesada. Muchas veces el motor humano es francamente desproporcionado para cierto tipo de armazones y sus relativamente pequeñas ruedas. Mujeres [y hombres también, por supuesto] que uno no sabe si fue que sacaron la cicla rosada modelo BARBIE de la hija, y al pedalear sus rodillas se elevan hasta el nivel de sus hombros, o casi, pues soy levemente exagerado.

En la contraparte masculina hallará usted incluso obras maestras artesanales que imitan una motocicleta HARLEY-DAVIDSON de alto cilindraje, y su orgulloso piloto debidamente vestido para la ocasión, con botas de vaquero con espuelas, y chaqueta de cuero negro que hace juego con las anteriores, y unas gafas de sol de esas por el estilo de LEE MAJORS, el protagonista del HOMBRE NUCLEAR. Algunos de ellos incluso fumándose un cigarrillo de marca nacional, como un PIELROJA, a la vez que impulsan su complicada maquinaria.

Hallará también gasolineras humanas por doquier, con biocombustible a base de jugo de naranja fresco recién exprimido, o si lo prefiere, una recontradulce PONY MALTA o gaseosa artificial, y que al final del paseo uno no sabe si podría estropeársele la combustión interna por unas amibas, o por una falla grave de deshidratación osmótica inducida. Si tiene hambre, puede degullir un pan o un roscón acompañados de mortadela o salchichón de dudoso origen, y sabor algo precario, pero eso sí, matan el hambre de una.

Mujeres bellas en vehículos que no les hacen honor, y vehículos bellos mal motorizados. Supongo que lo mismo podría decirse del género masculino, pero esa no es mi especialidad. Ciclas lobas, modernas, arcaicas, bien o mal mantenidas, pobres y ricos, feos y bonitos…, todos los que asistimos a la ciclovía hacemos parte de la democracia. Y aceptamos a nuestros semejantes, y convivimos con él [ellos], o al menos, nos toleramos. Y francamente creo hablar por todos los millones de bogotanos que amamos esa muchas veces única alternativa de ocio y deporte en nuestras vidas, cuando rechazo este perverso proyecto de adelanto del horario.

Nadie en su sano juicio saldrá a las 3 o 5 de la mañana, para constatar si eso de la inseguridad y los atracos, es cierto o no. Nadie, que no sea un fanático del deporte o una persona que odie el bello arte de quedarse pegado a las cobijas en la mañana, saldrá madrugado para hacerle el favor a Fulano, Zutano o Mengano. Ellos no representan el bien común, ni la voluntad de la mayoría, ni mucho menos su proyecto de reforma de nuestra ciclovía lo hace por ellos.

Además, con el tiempo, al constatar que casi nadie usa la ciclovía en la madrugada, terminarían recortando el horario de 7 AM a 12 PM, con toda seguridad. Y eso por no mencionar el hecho de que durante varios festivos y domingos la nueva alcaldía no instaló ciclovía dizque para facilitar el retorno de automotores que volvían de vacaciones. De nuevo ganó el automóvil. Además la mayoría de personas llegan en horas de la tarde o de la noche, porque madrugar simplemente es incompatible con la noción de descanso o vacaciones, como ya decía. En los países escandinavos de pronto sea al revés, pero esto no es Escandinavia, definitivamente.

De hecho, yo salgo entre las 12 del mediodía y las 2 PM, porque a esa hora hace un sol espectacular, y porque antes estaría pegado a las cobijas, como ya decía. Y para mi sorpresa, la gran mayoría de bogotanos salen a esa misma hora. El domingo no es un día laboral, y presuntamente no es un día comercial. Pero si de cuestiones comerciales y económicas se tratare, o de una mezquina y diabólica interpretación del bien común, habría que decir que miles de familia derivan un sustento de una labor como inflar llantas o reparar bicicletas al lado de la ciclovía, o vender jugos, mazorcas o sánduches de mortadela de que hablaba en el PARQUE NACIONAL, o a los costados de la calle 26 o carreras séptima y quince.

El actual alcalde de Bogotá [Samuel Moreno] se estaba haciendo el loco [como si no hubiera podido poner el grito en el cielo mucho antes], y ha pedido muy tardíamente que no cambien el horario, para no quedar mal con la ciudadanía. En cambio el ex alcalde Enrique Peñalosa, que en mi opinión la embarró hasta el fondo en las elecciones pasadas por negarse a construir el metro [básicamente ése fue su error], al menos en este caso ha sido no sólo un fiel y legítimo protector de la ciclovía, sino incluso usuario acérrimo de la misma [lo que añade credibilidad]. Lo mismo puede afirmarse del ex alcalde Antanas Mockus.

El tal Samuelito y el POLO DEMOCRÁTICO en cambio, ni saben diferenciar la parte de adelante o atrás de este “complejo” vehículo. Quizás porque él y los suyos, bueno, este..., ellos como que son muy amigos del tal Fulano, Zutano o Mengano, además de hipócritas profesionales, claro. Hágase extensiva la puya al alicaído y otrora glorioso PARTIDO LIBERAL, que ha traicionado sus principios históricos, y a muchos de sus ex partidarios [incluyéndome], para hacer alianzas oportunistas de todo tipo con los anteriores, y que no vienen al caso. Y es que su gobierno distrital ha cancelado varias ciclovías de forma injustificada, para mencionar sólo algunas, está la del 6 de enero y la del 23 de marzo de este año, como ya se señalaba.

Ahora que este proyecto fue una iniciativa de un partido político del gobierno central [uribista], nada más ni nada menos que CAMBIO RADICAL dirigido por el senador Germán Vargas Lleras, un político ahí sí que élite, y también de acendencia claramente liberal [Señor Vargas, a pesar de lo creído, yo creía en usted, ahora no cuente con mi voto ni de vainas]. Y éste si que menos sabe qué es una bicicleta, ni siquiera conoce de su existencia. Más fácil sería llevar al Rey Juan Carlos de España o a Isabel II de Inglaterra a un paseo de olla a Monserrate, que hacer entender a este jerga de engreídos de "buena familia" que los bogotanos no somos sus sirvientes. Si Vargas Lleras quería suceder al presidente actual, que se vaya bajando de la nube, y le pregunte a Castro Caicedo qué es una bicicleta, y qué es una ciclovía. Por supuesto, los izquierdosos del POLO que no se vayan a hacer aparecer como los defensores de última hora de nuestra ciclovía.

Por eso los ciudadanos decentes y de a pié [o bicicleta] tomaremos atenta nota de quienes específicamente atenten contra la única conquista visible de la endeble y frágil democracia colombiana. Anotaremos bien el nombre de todo congresista promotor de esta iniciativa, ahí sí enemigo del pueblo colombiano y de la democracia que atenta contra este icono sagrado de esparcimiento. Y ténganlo por seguro, haremos todo a nuestro alcance para impedir que sean reelegidos estos ineptos, al servicio de los intereses de quién sabe quién, sin importar a qué partido político pertenecen o qué ideología dicen profesar. Así se salve la ciclovía, estos tipejos tendrían más probabilidades de ser absueltos en un supuesto caso de corrupción por la mismísima Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía de la Nación o el mismísimo Consejo de Estado, que por el implacable juicio de la historia, y del voto capitalino.

Por eso ya hay una muy importante iniciativa en marcha, una especie de referendo popular para tumbar otra de tantas porquerías del congreso colombiano: se trata de la "FIRMATÓN". Ojalá se unan a ella todos mis compatriotas amantes de la ciclovía, de la libertad y de la verdadera igualdad. Por supuesto, los congresistas y enemigos del pueblo bogotano podrán seguir consumiendo con su avidez característica sus polvorientas morcillas, o intentar torpemente jugar al golf [con nuestros recursos], o recibir patrocinio en épocas electorales de los dueños de los grandes centros comerciales. Ni más faltaba. Esto es una democracia.

*EL TIEMPO 7/5/08: "Murió el representante José Fernando Castro luego de sufrir infarto durante debate en el Congreso". Más allá de su cuestionable proyecto de reforma, el OIMC expresa sus condolencias por el deceso del congresista José Fernando Castro Q.E.P.D. No está de más señalar, que de acuerdo a esta información el caótico servicio de ambulancias de la capital nunca llegó a prestarle sus servicios a este congresista, quien tuvo que ser transportado y atendido por sus colegas hasta llegar al hospital, donde finalmente murió. Ni los políticos se salvan del mediocre servicio de salud colombiano. Quizás sea éste el momento de abordar reformas realmente útiles a los habitantes de Colombia, como la de la maquiavélica y nauseabunda Ley 100 de la Salud.


Video muy artesanal de la ciclovía.

domingo, octubre 28, 2007

Votar o no votar, he ahí la cuestión (Editorial)

Empezaré por algo irrelevante: el otro día recibimos una llamada automatizada, con una voz pregrabada, invitando a votar por William Vinasco, el controvertido comentarista deportivo, ahora candidato a la Alcaldía de Bogotá en las elecciones del día de hoy. No me gusta la publicidad en general. No me gusta que llamen a la casa desconocidos, así sea una computadora, ni mucho menos para una publicidad política, venga de donde venga. Desconozco si tal estrategia electoral es efectiva con otro tipo de personas. Para decirlo claro: se trata de spam telefónico, es decir, basura electrónica.

Si hubo algún gran acierto en la pésima administración del ex presidente colombiano César Gaviria Trujillo, ese fue el tarjetón electoral, aunque Gaviria nunca fue un digno sucesor del caudillo liberal Luis Carlos Galán Sarmiento. La basura de los voticos por toneladas, el lamentable espectáculo de harina y huevos para "celebrar la democracia", junto a otros desafueros carnavalescos e indignos de unas elecciones de una nación, afortunadamente son cosa del pasado. Y se redujeron las posibilidades de alterar ilegalmente el resultado de unas elecciones drásticamente, aunque aún hay graves denuncias en ese sentido. Pero el país ha mejorado mucho en sus sistemas electorales.

Hoy por hoy, para hacer trampa en las elecciones, se acuden a métodos más modernos y sutiles, como la imagenología, y con frecuencia también la guerra sucia mediante el desprestigio moral del candidato opositor, de acuerdo a veladas y mutuas denuncias de los dos candidatos más opcionados. De esta manera, muchas veces las campañas se enfocan más en demostrar por qué el otro candidato no es idóneo para ocupar el cargo, en vez de enfocarse en sus propias virtudes para justificar la aspiración política de cada uno. Nada novedoso. También se presta mucha atención al "cómo se dice", incluso por encima del "qué se dice". Y por supuesto, la eterna fórmula de hacer promesas destinadas al fracaso.

No soy publicista, pero estoy seguro de que la campaña de Samuel Moreno estuvo mucho mejor financiada y asesorada que la del ex alcalde Enrique Peñalosa. Pero además no tuvo desertores, a diferencia de la campaña de Peñalosa, quien a pesar de ser un candidato oficialmente independiente, recibió un supuesto respaldo de la mayoría de políticos colombianos, hasta de las huestes oficialistas del Partido Liberal -opositor del gobierno central-, además de los uribistas, claro está. Pero el respaldo fue deficiente, y muchos políticos se voltearon a favor de Moreno con el transcurrir de las encuestas. Además Peñalosa cometió el error estratégico y fatal de creerse campeón por anticipado, llegando al extremo de negarse a participar en debates con candidatos sin opciones reales de llegar al poder para "no perder tiempo". Los medios en ese momento lo presentaron como un candidato engreído, elitista y poco democrático. Y las encuestas electorales empezaron a favorecer a Moreno.

Luego Samuel Moreno también la embarra. Promete hacer el metro en Bogotá. Debo decir, que siempre he creído que Bogotá necesita un metro, y que tal decisión por sí misma no es errada. Lo errado es no poder decir con claridad, cómo se financiaría ese sistema de transporte. El gobierno central dice que no hay plata para eso. Moreno podría haber demostrado liderazgo, y quizás enfocar el debate en que el gobierno central debería destinar más recursos económicos a la capital, como se hizo en su momento cuando se construyó el metro de la ciudad de Medellín. Pero eso hubiera implicado discutir con el gobierno, debatir, desgastar su imagen ganadora. Después de todo, la indecisión con respecto a quién debería ser el próximo alcalde, no afecta la popularidad del presidente colombiano, pero a él sí. A esta hora no existe una sola propuesta realista al respecto de cómo se va a pagar el metro por parte de Moreno. Por cierto, pareciera que todos los debates se centraron en si metro sí, o metro no, aunque hay otros aspectos tanto o más importantes.

Esa innegable verdad fue tomada por parte de Peñalosa como su "caballito de pelea". Tamaña equivocación. No porque no sea cierto, sino porque Peñalosa dio la impresión al público de que evitaba dar explicaciones sobre las tremendas y graves fallas de su propio sistema de buses articulados bogotano llamado Transmilenio. A la mayoría de bogotanos nos encantaba este transporte, en sus inicios, cuando no era una lata de sardinas. Cuando no había atracos. Cuando no había que esperar incluso por horas, que llegara un maloliente bus. El sistema colapsó, y Peñalosa no dio explicaciones al respecto. Moreno hubiera podido utilizar este hecho a su favor en los debates, pero casi no lo hizo. ¿Por qué? Cuestión de psicología publicitaria. Los electores perciben como persona negativa a quien ataca constantemente, y Moreno es un hábil interlocutor y lo puso a funcionar a su favor. Dicho fenómeno se registró en todos los debates. Y la verdad sea dicha, Peñalosa no hizo una sola promesa de campaña que sonara atractiva. Si su intención era no hacer falsas promesas, en realidad dio la impresión de que el suyo sería un gobierno estable, que quizás mejoraría la infraestructura ya existente, pero sin cambios positivos sustanciales. Proyectó una imagen de pesimismo realista, y Moreno en cambio proyectó una imagen de positivismo surrealista.

Ahora bien. Si uno leyera las propuestas de gobierno de uno y otro, sin duda alguna la de Peñalosa es más elaborada y está mejor estructurada. Mucho mejor. Y sin embargo, aunque éste, el llamado "plan de gobierno", debiera ser el criterio principal para elegir, y no la forma de sonreír, o la habilidad para el discurso, casi nadie se fija en eso, ni en Washington DC (USA) ni en Pitalito (Huila-Colombia). Siendo así el carisma una cualidad de la que Peñalosa carece por completo. ¿Y quién(es) lee(mos) las propuestas concretas? O mejor dicho, ¿qué porcentaje de electores deciden su voto por el plan de gobierno, y cuántos por sus impresiones mediáticas al ver a los candidatos enfrentados en TV? Con toda seguridad, al menos el 90% que vota, se basa en esos debates televisivos. El 10% restante de acuerdo a su filiación ideológica (izquierda o derecha), y estuvo. Por eso la mayoría de los electores que llevaron al poder al actual presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez -un estadista de derecha-, son los mismos que eligieron a Luis Eduardo Garzón, el actual alcalde de Bogotá -de izquierda-.

Los uribistas asumen erradamente, que los múltiples guiños presidenciales favoreciendo a Peñalosa podrían asegurarles el poder en Bogotá y otras regiones. Y el partido del Polo Democrático -de izquierda-, cree que si sus políticos renuevan su estancia en el poder en la capital el día de hoy, llegarán al poder presidencial en el 2010. ¡Bájense de esa nube! De cualquier manera, en un país hastiado por la guerra y la violencia de la guerrilla, y demás grupos armados ilegales, algo de optimismo para sus habitantes no viene mal. Es importante hacerle saber y sentir al ciudadano, que es posible tener un mejor futuro. Que las proyecciones macroeconómicas de crecimiento continuo, no son sólo para el beneficio de las clases sociales más privilegiadas, a la vez que crear riqueza de manera honesta, crear un capital propio sin delinquir, y prosperar sin tener que emigrar a otro país, no es una utopía.

La mayoría de bogotanos consideran innegable que Enrique Peñalosa fue un muy buen alcalde, a pesar de todo. Yo me encuentro entre ellos. Pero sus propuestas para este periodo específicamente fueron muy pobres y austeras, y no fue honesto ni frentero a la hora de admitir y explicar los fracasos multimillonarios de sus losas de cemento defectuosas en las vías de su sistema de transporte, y dijo burradas como las de que los metros no eran sistemas efectivos de transporte, por lo que en el mundo entero estaban "copiando su gran idea" de los buses articulados con carriles exclusivos. Mejor dicho, habitantes de Nueva York, Berlin, París, Londres, Moscú: tumben esa porquería de trenes subterráneos, y pongan buses rojos en la Plaza Roja de Moscú, en los Campos Elíseos de París, en Trafalgar Square en Londres, en Manhattan... ¡Ah! Y no se les olviden las ciclorrutas pegadas a los paraderos. Preferiblemente que pasen a medio metro de las boutiques de 5th Avenue y de la Bolsa de Nueva York, para "embellecer la ciudad" *.

Las ideas de Enrique Peñalosa: pesimistas, aburridas, y casi desesperanzadoras. Samuel Moreno en cambio nos prometió el "oro y el morro", pensando que quizás pueda evadir el juicio de la historia, cuando muchas de sus promesas se queden en el tintero -otra razón por la que el Polo no llegará al poder en el 2010-. Bien podría hundir Moreno a su partido en el desprestigio total, a no ser que contraten más asesores publicitarios. Porque los de Peñalosa si que eran pésimos, hay que decirlo. Aún así, los bogotanos eligirán a Samuel Moreno como alcalde, ténganlo por seguro. Y no me atrevo a juzgarlos por eso, pues como ya decía, la gente necesita soñar con un futuro mejor, y no con la idea de que todo va a seguir igual, incluyendo esa inmundicia de sistema de transporte capitalino, que ya colpasó, aunque Peñalosa pretenda lo contrario. Y a pesar de que el ex alcalde de origen lituano, Antanas Mockus, diga que aún hay "tiempo de arrepentirse".

Por mi parte votaré por el que considero es el único candidato digno, en mi humilde opinión. No hace falsas promesas, pero tampoco nos arranca la esperanza, y es lo suficientemente elegante para no mandar basura electrónica a mi casa. Se trata de Antonio Galán, ese sí un hombre digno del apellido de su hermano Luis Carlos Galán, y de su herencia política. Despreciado o ignorado por los medios "más serios", por Peñalosa, por su propio partido -liberal-, tiene una impecable hoja de vida como servidor público. Pero no va a ganar, porque no promete lo que no puede cumplir, ni da tajada. Es impopular, como la mayoría de hombres y mujeres honestos del país. Pero no permitiré que alguien me diga -con razón-, que "con qué derecho desprotico de Moreno o Peñalosa, si no fui a votar". Me reservo el derecho moral a criticarlos hasta el cansancio. Y para eso no queda otra salida que ir a votar. He ahí la respuesta a mi cuestión.

*En estas ciudades el sistema de buses (articulados o no), tranvías y demás alimenta al sistema del metro, de ahí el término "sistema integrado de transporte".

ACTUALIZACIÓN 15+15: A 45 minutos de cerrarse las mesas de votación, un inclemente aguacero acompañado por tormentas eléctricas podría elevar el abstencionismo. En el puesto de votación de EL NOGAL (norte de Bogotá) hubo un afluencia normal del público durante un breve periodo de media hora durante el cual escampó. A esta hora llueve fuertemente de nuevo. Y según reportes del periódico EL TIEMPO y también de la revista SEMANA, la situación es similar en toda la región central andina de Colombia.

ACTUALIZACIÓN 17+00: Va ganando Moreno con un 50% más de votos que Peñalosa, aproximadamente. Pueden consultar los resultados en línea y tiempo real en la página de la REGISTRADURÍA NACIONAL, cuyos datos se actualizan automáticamente minuto a minuto. La tendencia se mantiene ya en varios boletines. 30,95% mesas escrutadas a las 17+00. SAMUEL MORENO ROJAS (POLO DEMOCRÁTICO ALTERNATIVO) con 234,846 votos; 42.10%; ENRIQUE PEÑALOSA LONDOÑO (PEÑALOSA ALCALDE) con 165,634 votos; 29.69%. Excelente el trabajo de las autoridades electorales, así como el de la fuerza pública a cargo de garantizar la paz en estas elecciones.

viernes, septiembre 28, 2007

Los soñadores también pueden triunfar

No conozco a ninguno de los siguientes personajes personalmente. Pero si me lo preguntaran, tendría que empezar por decir que se trata de dos personas de carácter quijotesco, empeñadas en soñar con un mundo mejor. Soñadores sensatos, quizás, porque si bien en sus letras se percibe el anhelo y la esperanza de que algún día nuestro mundo podría cambiar para bien –para variar-, no son de los que utilizan gafas de sol de color rosado para negar algunas verdades apabullantes de lo mal que está la especie humana, en muchos aspectos concernientes a la paz o la utopía de la convivencia armónica entre diferentes formas de pensar y de ver el mundo.


Pero además el mundo es multicolor, en su versión natural y sin filtros artificiales. Bueno, al menos el mundo auténtico, no aquel que nos tratan de vender en las telenovelas y enlatados de la TV, o en algunos medios masivos de comunicación. En medio del ruido apabullante de los que tratan de imponerse por el volumen de su voz, surgen quienes saben escuchar en silencio. También hay quienes tratan de encontrar la ruta que conecta los senderos del pasado, presente y futuro de Latinoamérica, como si poseyeran un instrumento mágico de navegación, diseñado por ellos mismos. Algo así como un Astrolabio.


Pretendo por medio de estas simples letras, felicitar a Julio Suárez Anturi y a Mauricio Duque Arrubla, cuyos textos han sido seleccionados por el jurado de la convocatoria literaria Bogotá por Bogotá. Se trata de una iniciativa que hace parte de la gran fiesta, que es el gran honor concedido a Bogotá cuando fue elegida Capital Mundial del Libro por la UNESCO para el 2007. Todo el que quisiera, podía participar en una convocatoria abierta a todo el mundo, sin distingos de clase, edad, nacionalidad, sexo o religión. La única condición era que los textos tuvieren que ver con anécdotas e historias sobre Bogotá, y que fueran auténticos, por supuesto.

La UNESCO eligió a Bogotá por un esfuerzo gubernamental sostenido en promover la cultura, y hacerla más democrática, llevándola a recónditos lugares de la capital donde era un artículo de lujo. Por eso se construyeron grandes y bellas bibliotecas en lugares poco privilegiados. También se organizaron eventos gratuitos de música y teatro, y se ha logrado llevar el acceso a la educación primaria a prácticamente el 100% de la población capitalina. Ha sido el producto del esfuerzo sostenido de varias gestiones administrativas continuadas, que incluyen a políticos de diversas tendencias ideológicas, como Antanas Mockus, Enrique Peñalosa y Luis Eduardo Garzón.

De la misma manera, se ha premiado el esfuerzo, la constancia y calidad literaria de estos bloggers colombianos, y los demás autores cuyos textos han sido seleccionados para la versión final del libro de Bogotá por Bogotá del Fondo de Promoción para la Cultura. Quizás muy demorada la convocatoria, y algo desorganizada, pues creo que no cumplió con uno sólo de los pasos señalados por ellos mismos en su propio cronograma. Pero la parte más importante, la del jurado y la selección final de textos fue realizada de manera abierta, pública y democrática, por lo que el fallo de esta convocatoria, más que inapelable, es sin duda justo. Y lo más importante, los soñadores también pueden triunfar.