jueves, marzo 09, 2006
Reinado electoral
Ya se ha vuelto costumbre que ad portas de las elecciones, los medios masivos de comunicación “se comprometan” con la promoción de la democracia. Unas veces promoviendo debates cronometrados, otras veces haciendo un seguimiento de las campañas, y que en el mejor de los casos procuran por la supuesta “transparencia” de los partidos, quizás hurgando en las hojas de vida de los candidatos sobre inconsistencias legales, y otras veces quizás, y sólo quizás, investigando sus fuentes de financiación. Últimamente también han tratado de establecer nexos sospechosos pasados, presentes o futuros con grupos armados al margen de la ley y/o con el narcotráfico.
Esa es y ha sido la propuesta sistemática para “garantizar” de alguna manera un proceso electoral “más diáfano”. Siendo muy cuestionable si lo han logrado, queda en el aire la pregunta de siempre: ¿Y después qué?
El cubrimiento y seguimiento de las elecciones colombianas no dista mucho del que se hace para los reinados nacionales de belleza.
1) Primero inventan unas “medidas ideales”, basadas en escuetas y superficiales encuestas electorales, para determinar las dizque prioridades y expectativas de los colombianos al elegir a sus candidatos. Claro, no mencionan que son los medios quienes crean la agenda pública. En el artículo anterior del OIMC, titulado, “Si los medios eligieran al presidente”, veíamos lo ridículo de las encuestas y estadísticas periodísticas, al cruzar datos de dos medios de comunicación diferentes. El 90-60-90, era el orden en la prioridad de los problemas de pobreza, corrupción y seguridad democrática. Lo importante no era el análisis en la realidad con base al programa de partido, por ejemplo, para ver cuáles propuestas eran más serias, y sobretodo, viables. Nosotros mismos le echamos la culpa de todo al “Pato”, por si acaso. Los medios, le echarán la culpa del fracaso a la “inmadurez” del electorado colombiano, y nunca a su pobre desempeño en el ejercicio del “cuarto poder”.
2) Luego vienen los antecedentes: ¿Su derrière es natural, o es de silicona? Es decir, ¿hay o no hay dineros sucios en la campaña? Obviamente que es importante lo primero (o sea cuando hay dinero sucio), y en ese sentido, alabamos a los pocos medios y periodistas que lo investigan y denuncian. Pero en cuanto a lo segundo, es decir, el “no hay financiación ilegal”, ¿acaso el que un político no sea ladrón ni deshonesto, lo convierte automáticamente en un virtuoso? ¿Por qué no se ha enfocado el análisis periodístico en las promesas de campaña incumplidas por los líderes políticos que ya han participado del poder? Es decir, ¿Cuáles fueron los logros de Antonio Navarro como alcalde y gobernador en Nariño?, ¿Cuáles fueron las hazañas de Germán Vargas en el Congreso de la República?, ¿Cuál fue el aporte de Carlos Gaviria a la Corte Constitucional?, ¿Qué pasó con las losas de cemento chiviado de la Autopista Norte contratadas por Peñalosa cuando era alcalde?, ¿Dónde está la cúpula de las FARC, que Uribe prometió encarcelar en un plazo de dos años?, ¿Es ético cambiar de partidos por conveniencia?, ¿Por qué los ex integrantes del Kinder del ex presidente César Gaviria, la mayoría ahora “uribistas”, nunca son cuestionados por sus estruendosos fracasos durante su gobierno?
3) Luego llegan a los (las) cinco finalistas. Preguntas al azar…., dicen los medios. Pero preguntas elaboradas por los mismos medios, con base a la moda política resultante de las encuestas y la agenda por ellos impuesta, como ya decíamos. ¿Si usted tuviera que escoger a un sólo hombre y a una sola mujer para poblar el mundo, a quiénes escogería? Claro, si es la candidata favorita del reinado, dirá algo así como que al Papa y la madre Teresa. Si es un político como Juan Manuel Santos, por ejemplo, escogerá de pareja ideal a Tony Blair y a Margareth Thatcher. Si fuera nuestro presidente, diría que George Bush y Condolezza Rice.
4) Y a la pregunta de, ¿qué harían si fueran elegidos? Invariablemente la pregunta es idéntica a la de una finalista a Señorita Colombia. Que van a trabajar por la niñez desamparada, por los ancianos abandonados, y por la imagen del país.
5) ¿Quién ganará? Pues obviamente el que tenga al mejor “preparador de reinas” disponible. Y para eso se necesita “mucho carisma” ante las cámaras, dinero para el "traje de fantasía", memorizar un par de respuestas rápidas a las probables preguntas, no dejarse fotografiar con gente de reputación sospechosa, quemar las fotos sospechosas que ya tengan, y por supuesto, aprender a caminar por la pasarela sin caerse. Si no pregúntenle a Gina Parody, ex reina del congreso. Nadie conoce sus obras políticas, simplemente porque no existen. De hecho, siendo justos con las reinas, han hecho más por el país que todos los anteriores juntos.
RECOMENDACIONES DEL OIMC PARA LOS CANDIDATOS
Claro. Mostrar mucho porte, sacar el pecho, demostrar simpatía por todas las causas, y aparecer con naturalidad al hablar y moverse. Y todo eso, cuando uno no lo tiene en la realidad, no importa. Porque para los medios de comunicación de Colombia lo importante es el parecer, y no el ser.
Etiquetas:
elecciones,
ensayo,
periodismo,
política,
sátira
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario