jueves, enero 22, 2009

Rafael Correa del Ecuador explica por qué Colombia no es un pueblo digno (Sátira)

Bogotá. POLO-PRESS En una entrevista exclusiva para el corresponsal de Telesur de NOTICIAS CERO (una cadena noticiosa insignia e independiente afiliada al POLO-PRESS), el periodista Damián Coronell logró averiguar las razones -más que legítimas- por las cuales el presidente de la hermana República del Ecuador se vio forzado a exigir de nuevo a todo colombiano que quiera ingresar a este país, el tan anunciado certificado de antecedentes judiciales, que además deberá estar debidamente apostillado por parte de la Cancillería de la República de Colombia. El presidente Rafael Correa anunció además en exclusiva para este medio más medidas por venir, y otras noticias de alto impacto regional.

DC Excelentísimo y nunca suficientemente ponderado, dignísimo estadista revolucionario, y querido camarada, Señor Presidente de la República Bolivariana del Ecuador, Dr Rafael Correa: ¿Qué lo motivó a reinstaurar la medida de exigirle a los ciudadanos colombianos el certificado de antecedentes judiciales, y por qué se exige además ahora que sea validado por la Cancillería de Colombia?

RC Primero que todo, permítame aclararle que esta medida no es en contra del pueblo hermano de Colombia, al que mando un saludo fraternal y cariñoso -como siempre-, y con cuyo dolor nacional por la cruenta guerra civil que padece, y que es orquestada por el Estado colombiano de manera infame contra nuestros hermanos inocentes de esa revolución pacífica que conocemos como "Socialismo del Siglo XXI", me solidarizo. Pero debe usted entender que el Ecuador es un pueblo digno, que no tiene por qué dejarse afectar por asuntos internos del pueblo colombiano. Esa guerra fraticida, de la cual no participo -pues mis manos están libres de sangre-, nos ha costado muchísimos recursos, a pesar de que nada tenemos que ver con el narcotráfico. Hasta nuestros indígenas ecuatorianos han pagado un alto precio. Pero seguiremos recibiendo con los brazos abiertos a todos los refugiados, aunque no permitiremos que las fuerzas armadas del abusivo gobierno colombiano nos invadan la frontera norte, y asesinen impunemente inocentes estudiantes de intercambio mexicanos, ni mucho menos que difamen a honorables e intachables ciudadanos ecuatorianos inocentes. Y no seguiremos soportando las calumnias de que los ecuatorianos utilizamos a los menores de edad en alguna oscura industria de prostitución, o que hasta quemamos gente viva. Ridículas e infames acusaciones sin fundamento cuestionando a un gobierno legítimo, con unas supuestas pruebas de un computador de mentiras difamando al honorable ex ministro Larrea, y encima de todo atreviéndose a insinuar nexos entre las Farc y las incorruptibles fuerzas armadas ecuatorianas, cuando yo represento la dignidad de un pueblo tolerante, y con un indeclinable apego a la democracia y la defensa de los derechos humanos.

DC ¿Por qué se decidió exigir el sello de la Cancillería? ¿No era suficiente con el certificado de antecedentes judiciales?

RC Desafortunadamente nosotros, el pueblo ecuatoriano, tenemos la percepción de que todos los delitos de lesa humanidad, atracos, secuestros, robos, contrabando, prostitución y enfermedades venéreas asociadas, narcotráfico, violencia política, accidentes de tránsito, productos defectuosos y/o falsificados -por mencionar unos pocos males asociados-, o bien se correlacionan de manera directa con delincuentes de nuestro amado pueblo hermano de Colombia, o bien, cuando hay ciudadanos ecuatorianos de por medio -que no voy a negarlo que también los hay, porque soy un hombre íntegro, objetivo, honesto y sincero, y sin manchas de sangre en sus manos-, éstos han sido mal influenciados por otros colombianos. El ecuatoriano por sí mismo es puro y bueno por naturaleza, e incapaz también por naturaleza..., de pecar, quiero decir. Pero la sociedad colombiana lo corrompe. De una forma directa o indirecta, hay un colombiano detrás de cada mal ecuatoriano, aunque admito que los brasileros, que también son nuestros hermanos, han tratado de cobrarnos deudas indignas e ilegítimas, dizque por construirnos hidroleléctricas defectuosas, pero ésta sí es una excepción como se lo manifesté personalmente a mi honorable colega Lula Da silva del Brasil, y quien a diferencia del presidente colombiano, me mostró respeto vendiéndole al contado a nuestro gobierno un nuevo avión presidencial, a la altura de la dignidad del primer mandatario ecuatoriano, o sea yo. Pero bueno, no me voy a salir del tema, pues como mandatario digno de una nación digna, soy intachable..., hasta en eso.

DC Claro presidente, usted sí le da la cara a los problemas con mucha dignidad, por no hablar de otro presidente al norte de aquí, y que usted y yo sabemos quién es, pero que no mencionaré, para seguir su valioso y digno ejemplo de no salirme del tema. Pero cuénteme presidente, ¿y el sello de la Cancillería para qué es?

RC Queremos estar doblemente seguros de que los colombianos que visiten ésta, su patria hermana, sean dignos de visitar y transitar nuestra patria digna. Desgraciadamente varias fuentes de alta fidelidad de las agencias de inteligencia ecuatorianas, descubrieron que no sólo la cédula de ciudadanía es susceptible de ser falsificada. De hecho el certificado de antecedentes judiciales también podría falsificarse, eventualmente. Aprovecho así para desmentir la cobarde y vil infamia del canciller colombiano en el sentido de que se trata de una medida xenófoba. Amamos al pueblo colombiano, nuestro problema es con el ineficiente gobierno colombiano, que fumiga las plantaciones de cocaína a escasos 10 km de nuestra frontera, trayendo daños a la salud de ecuatorianos inocentes de nuestro lado soberano. A los colombianos no les afecta claro, a los pocos indignos quiero decir, pues ya están acostumbrados a convivir con el mal. Pero sabemos que hay colombianos dignos como usted que no le hacen el juego a esa sarta de infamias contra ciudadanos inocentes que sólo buscamos una revolución pacífica para toda América Latina, sin exclusiones. Por eso les permitimos a quienes nos demuestran respeto, hacer negocios aquí, y hasta vivir aquí, en este paraíso del nuevo socialismo. Somos amplios y tolerantes por naturaleza. Hasta les permitíamos en el pasado a los entrenadores colombianos como Enrique Peña formar a nuestros insignes deportistas, como el marchista y medallero olímpico ecuatoriano Jefferson Pérez, o dirigir la Selección de Fútbol del Ecuador y llevarla a al primer mundial de fútbol en su historia, como con el 'Bolillo' Gómez. Siempre estaremos listos a tenderle la mano a los colombianos dignos de pisar nuestro territorio.

DC Presidente, perdóneme que insista, pero, ¿el sello de la Cancillería de Colombia no podría falsificarse también?

RC Por desgracia está usted en lo cierto. Pero como buen político pragmático que soy, pues ya lo había previsto. Es más: voy a adelantarle una chiva. No había querido decírselo, pero de acuerdo a información infalible del servicio de intercambio de inteligencia con los servicios secretos de los estados afiliados al ALBA, o sea Nicaragua, Venezuela y Bolivia entre muchos, pero muchísimos otros pueblos dignos, también podría falsificarse ese sello o apostilla de legalización. Por eso es probable que esta blanda medida adicional que no va en contra de nuestros amados hermanos colombianos, es decir, aquellos hermanos colombianos que son dignos como mi pueblo ecuatoriano, y no votaron por el infame presidente colombiano, o sea por Álvaro Uribe Vélez, tenga que endurecerse. Como el gobierno del Ecuador representa un pueblo digno, respeta sus compromisos internacionales, y no puede por ello imponerle la visa a los ciudadanos colombianos, pues existen convenios internacionales que lo prohíben. Por eso creemos que esta es una medida transitoria, mientras llegamos a una solución definitiva. Ahora que no se vaya a decir por parte del infame gobierno colombiano que el Ecuador busca entorpecer o dificultar inútilmente el libre tránsito por el territorio soberano del Ecuador de una nacionalidad en particular. ¡Qué cínicos!

DC ¿Qué otras medidas han contemplado?

RC Como el pueblo del Ecuador es un pueblo digno, estamos estudiando una medida consistente en permitir el ingreso de colombianos dignos de entrar a territorio soberano ecuatoriano, siempre en cuando renuncien a su nacionalidad indigna. Pero es una medida muy audaz, por lo que estamos viendo como implementarla progresivamente en asocio con los otros gobiernos hermanos y amigos de la región que integran el ALBA. De esta manera los profesionales colombianos, tales como arquitectos, médicos, economistas, intelectuales, entrenadores de fútbol, ingenieros, artistas, abogados, comerciantes, profesores de colegio y universitarios, plomeros, electricistas, panaderos, cantantes, futbolistas, y un largo etcétera, podrán seguir beneficiándose de nuestras robustas economías y sistemas de gobierno dignos y equitativos, y encima, podrán ser uno de nosotros convirtiéndose en dignos ciudadanos ecuatorianos, y librarse de una vez por todas de ese terrible estigma de ser colombiano. Estigma que nosotros no hemos propiciado, sino las invasiones cobardes y viles contra ciudadanos prístinos e inocentes, y con sus acusaciones cobardes y nefastas en contra de los funcionarios públicos de mi gobierno legítimo. El gobierno de un pueblo digno y soberano, cuyo mandatario puede dar la cara sin vergüenza, porque tiene sus manos libres de sangre.

DC Excelentísimo presidente, ¿pero no hay ya demasiados colombianos en Ecuador?

RC Sí, pero nosotros somos un pueblo digno y generoso, y además queremos que más colombianos se beneficien de ser ecuatorianos para que se integren a esta revolución pacífica y socialista del siglo XXI. Ahora que el infame gobierno colombiano no vaya a decir que es que nosotros no hemos acogido con la mano tendida a suficientes profesionales colombianos de los perfiles anteriormente descritos. Claro que si no vienen más, ya hemos asegurado el futuro de nuestra nación con la integración bolivariana con otros pueblos latinoamericanos muy dignos como los anteriormente descritos, además de asegurar generosos empréstitos con otros pueblos de altísimo perfil intelectual, científico, moral, ético y social -como el nuestro-, como la República Islámica del Irán, por ejemplo. Se trata de deudas legítimas y legales, a diferencia de las deudas contraídas por gobiernos indignos que me precedieron. Y claro, los vasallos del Imperio yanqui dirán que dizque allá no respetan a las mujeres, o repetirán la vieja mentira de que por allá las torturan y matan inpunemente. Seguramente también negarán que los gobiernos hermanos de Venezuela, Nicaragua y Bolivia han logrado un desarrollo de sus instituciones políticas sin precedentes en el hemisferio, sólo equiparable al nuestro. Pero no nos dejaremos amedrentar por la mentira y la calumnia. Somos, y seguiremos siendo, un pueblo digno. Y vendrán más asociaciones con pueblos libres y de principios morales incuestionables como Correa del Norte, o el heroico gobierno de la resistencia antifacista del Hamas en la Franja de Gaza (Palestina), e incluso hasta Birmania. No sobra decir que es éste un perfil verdaderamente internacional. De esta manera estamos preparándanos para la globalización, sin depender de gobiernos arrogantes y sumisos a los intereses de países imperialistas. Cómo diría mi hermano de sangre y estimado colega revolucionario, Hugo Chávez Frías de Venezuela, esta revolución es irreversible.

DC Para terminar, su inminencia, ¿qué pasará ahora con la economía ecuatoriana, cuando han bajado los precios del petróleo, y qué pasará con la Comunidad Andina y los tratados de libre comercio con los Estados Unidos y la Unión Europea?

RC El pueblo ecuatoriano es un pueblo digno, libre y soberano, y por lo tanto exige respeto. De manera que no necesitamos de nadie, y no vamos a permitir que nos sigan explotando y maltratando, mientras le compramos productos a países que de forma irrespetuosa critican nuestro incuestionable liderazgo. ¿Quién dijo que sólo se pueden hacer negocios con la Unión Europea o los Estados Unidos? Además esos países nos quieren cobrar deudas ilegítimas e indignas. No le haremos más el juego al capitalismo salvaje, ni le compraremos productos a vecinos que violan la soberanía de un territorio soberano y digno como lo es el Ecuador, y nos contaminan con sus problemas de narcotráfico. Problema con el cual éstos pueblos que somos dignos, no tenemos nada que ver. Y yo no soy marioneta de nadie. Y ahora que el infame gobierno colombiano no vaya a decir que es que éstas manos están manchadas de sangre, o que tenemos contubernios con fuerzas armadas beligerantes como las Farc o el Eln, a quienes no declararemos terroristas, porque no es nuestro problema, y no porque seamos cobardes. Porque óigase bien: no me dejo imponer de nadie eso de llamar "terroristas" al grupo beligerante de las Farc, porque soy digno. Que protejan ellos -los colombianos- su lado de la frontera, y que detengan a los terroristas de los paramilitares. Sí, para que vea, a ellos sí los llamo terroristas, porque no soy un cobarde ni tengo asociaciones por debajo de la mesa con nadie, sino que soy un “berraco”, como dirían por allá en Colombia mis amados hermanos de la lucha. Los que son dignos, claro.

DC Gracias por esta detallada y sincera entrevista su excelencia, y por todo lo demás..., usted me entiende...

RC Gracias a usted por su objetividad e imparcialidad, y un abrazo a todos los colombianos dignos, y que como usted han dado ejemplo…, renunciando a ser colombianos para ser ecuatorianos. ¡Patria, socialismo o muerte!
THL


ACTUALIZACIÓN DEL 10 DE FEBRERO DE 2009 (OJO: NO ES SÁTIRA) - EL TIEMPO: "Ecuador tiene relaciones con Farc de una u otra forma", reitera fiscal antinarcóticos de ese país: "Jorge Solórzano, quien tiene a su cargo la investigación contra el ex funcionario del gobierno ecuatoriano José Chauvín, dijo que su país tiene "problemas de penetración con las Farc".(..).A las declaraciones del fiscal antinarcóticos se suman las del ex jefe de inteligencia del Ejército ecuatoriano, coronel (r) Mario Pazmiño, quien desmintió a Chauvín, quien aseguró que el encuentro fue en territorio colombiano. Las reuniones "difícilmente pudieron realizarse en Colombia, como aseguró el primero, y es muy probable que hayan sido en Ecuador, dijo Pazmiño.". / "Los tres hermanitos" - Columna de Andrés Hurtado García: "..(..)..Y en segundo lugar quiero recordarle, Correa, que usted tuvo que cambiar hace un tiempo a sus policías de inmigración en Rumichaca, por su pavorosa corrupción, situación que no ha cambiado.(..)..Al ver al pobre colombiano en esa situación dicen que le arreglan todo por unos 70 dólares.(..).No venga, pues, Correa, a hablarnos de moralidad. Usted, amigo, hace daño a su país, porque apreciable porcentaje de la riqueza de Ecuador se debe al empuje de colombianos establecidos allí y porque perjudica al turismo." / "Correa debe dejar la pataleta" - Columna de Mauricio Vargas: "..(..)..Ignacio Chauvín, un asesor clave del ex ministro de Gobierno y Seguridad Gustavo Larrea, acaba de ser detenido, por orden de la justicia ecuatoriana, por sus nexos con una red de narcotraficantes vinculada a las Farc. Tanto Chauvín como Larrea han sido muy cercanos a Correa y tenían posiciones de liderazgo en su partido, Alianza País.(..)..El escándalo le pega a la credibilidad de Correa. Primero, porque durante casi un año, él había sido vehemente y reiterativo a la hora de rechazar las acusaciones que conectaban a funcionarios suyos con las Farc."

jueves, enero 01, 2009

¿Otro Bogotazo? (Editorial)

Caos, desorden, ausencia de autoridad, crímenes de lesa humanidad, y un gobierno nacional que empezó su declive inexorable con el presidente de ese entonces, Mariano Ospina Pérez, hasta llegar a una situación insostenible para las instituciones del Estado, bajo el gobierno de Laureano Gómez. Tal era la situación de la capital colombiana después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948. Se trata del hipotético período de La Violencia.

Y digo “hipotético”, no porque dude de que esa descomunal violencia haya existido, sino porque ya existía desde mucho antes, y lamentablemente, siguió existiendo hasta nuestros días. Pero para darle gusto a supuestos eruditos de la historia, oficialmente se conoce al período de La Violencia como el tiempo transcurrido desde el día del asesinato del caudillo liberal (Gaitán), un día oscuro de la historia colombiana conocido como el Bogotazo, hasta finales de los años cincuenta, más o menos.

El General Gustavo Rojas Pinilla asumiría el poder entre 1953 y 1957, e intentaría la “pacificación” del país. Lo logró a medias. La guerrilla liberal de ese entonces, y que se venía gestando a partir de ese período de La Violencia precisamente, se desmovilizó en gran parte, y entregó las armas. Pero un reducto importante decidió no sólo seguir con su lucha por la toma del poder mediante las armas, sino que además se “convirtieron” al comunismo. Estamos hablando nada más ni menos que de los grupos terroristas de las Farc y el Eln.

Pero más allá de los innumerables pros y contras de la biografía política del General Rojas, es innegable que bajo su gobierno Bogotá sufrió una transformación importante en infraestructura, y hasta se logró crear un estado algo más democrático. Se construyeron el Aeropuerto El Dorado, múltiples avenidas, el Centro Internacional de Bogotá, y demás anexos del desarrollo urbano, llegó la televisión, y hasta se reparó una falta injuriosa contra el género femenino al instaurar el derecho al voto para las mujeres. Un “dictador de derecha más” para los unos, o un “redentor y salvador de las instituciones de la patria” para los otros, el General Rojas terminaría siendo -quién lo creyera- el abuelo materno del actual alcalde de Bogotá, un representante de la “izquierda democrática”.

Bogotá hoy en día
Dista mucho la situación política, socioeconómica y urbana de la Bogotá de Gustavo Rojas Pinilla de la actual, bajo el mandato de su nieto, el Alcalde del Distrito Capital, Samuel Moreno Rojas. Ha pasado más de medio siglo desde entonces. De ahí que necesariamente ciertas comparaciones sean de entrada inocuas. Sin embargo, al contrario de lo que ocurriera con su abuelo, al actual alcalde la ciudadanía no le reconoce progreso alguno en el desarrollo de la ciudad. Incluso puede afirmarse sin temor a equívocos, que la mayoría de bogotanos desaprueban su gestión, y eso tan sólo después de un año de gobierno, porque perciben que la calidad de vida en la capital está retrocediendo.


Bogotá venía con mucho impulso -hacía adelante-, y por primera vez en su historia, a pesar de las enormes dificultades propias de una mal llamada “capital tercermundista”, venía siendo objeto de prestigiosos reconocimientos internacionales por la democratización de los servicios públicos, la construcción de bibliotecas espectaculares e infraestructura urbana en las zonas más marginales, la “cultura ciudadana” para mejorar la convivencia y bajar los índices de violencia, el sistema de transporte masivo Transmilenio, “Bogotá sin hambre”, las ciclorutas, la recuperación del espacio público, etc; todo esto acaecido bajo los gobiernos de Antanas Mockus, Enrique Peñalosa y “Lucho” Garzón.

Tomemos por ejemplo el problema de la movilidad. El sistema de transporte que venía mejorando en las administraciones de Peñalosa y Mockus, es ahora objeto de críticas masivas por su congestión, inseguridad e ineficiencia. Mucho más grave aún es la situación actual de seguridad. La percepción ciudadana de que la ciudad se ha vuelto muy insegura de nuevo, está debidamente soportada en cifras y estadísticas de violencia, aunque en un extraño malabarismo dialéctico, el alcalde afirme lo contrario. Los medios de comunicación más importantes de la capital, como son el diario El Tiempo, el diario El Espectador, la Revista Semana, Radio Caracol, Radio Santa Fé y la Revista Cambio entre muchos otros, han señalado unánimemente que la calidad de vida en Bogotá se ha venido deteriorando en el último año.

Y sin embargo el alcalde y la gran mayoría de los políticos afines ideológicamente al partido Polo Democrático, se hacen los de la vista gorda: “Aquí no ha pasado nada”, en otras palabras. En plena temporada navideña por ejemplo, asesinan inpunemente a un muchacho en una zona del norte de Bogotá, y que se supone ser segura, y a escasos cien metros de una prestigiosa clínica bogotana, que por cierto, está bajo investigación por presunta negligencia al negar el servicio de urgencias a la víctima. Y éste no es un hecho aislado.

Y aunque la situación se preste para el oportunismo de las críticas de muchos de los contradictores políticos del Polo, hay que reconocer que los diagnósticos de los congresistas Gina Parody y también el de Nicolás Uribe desgraciadamente están en lo cierto y reafirman todo lo anterior. El ex alcalde Enrique Peñalosa también denuncia como se ha venido perdiendo el espacio público de nuevo, o como ha venido desmejorando la cobertura y calidad de la educación en los colegios oficiales.

Es hora de que el alcalde de la cara y le meta el hombro a nuestra ciudad. No se trata empero, de sabotear su labor. Todo lo contrario. No queremos que su trayectoria política se llene de crisis inmanejables, porque ello nos afecta directamente. La gran mayoría de bogotanos quisiéramos que pasara a la historia como uno de los mejores alcaldes que jamás han existido, no porque seamos afines a su partido -que no soy, ni he sido, ni seré-, sino porque como bogotanos queremos vivir en una ciudad segura, limpia, democrática, más incluyente y moderna.

Samuel Rojas triunfó frente a Enrique Peñalosa en las pasadas elecciones capitalinas porque prometió construir el metro. Eso está muy bien. La mayoría de bogotanos queremos el metro, sin duda, y más allá de consideraciones partidistas, ideológicas y/o políticas. Pero que al alcalde lo hayan elegido porque prometió hacer el metro es una cosa, y otra muy distinta es que descuide de manera tan negligente la vida, bienes y honra de sus gobernados. Ya es hora de que Samuel Moreno Rojas tome posesión de su cargo. Menos cháchara y más acción por favor. Los bogotanos exigimos respeto. THL

Imágenes de las Websites de la Biblioteca Luis Ángel Arango y de la Alcaldía Mayor de Bogotá.

ACTUALIZACIÓN 5 DE ENERO DE 2009:
EL TIEMPO - Columna de opinión de Mauricio Vargas: La oscuridad de la doctora Clara - "Entristece e indigna la tragedia que acabó con la vida del joven estudiante de periodismo Juan Pablo Arenas, asesinado en la calle 85 con 15, en la 'Zona Rosa' de Bogotá el 31 de diciembre.(..).Y a todas estas, ¿dónde estaba la flamante secretaria de Gobierno, Clara López? Dedicada al autobombo en una página web que promueve su figura como estrella del gabinete del alcalde Samuel Moreno, la funcionaria que tiene a su cargo la seguridad de la capital nunca dijo esta boca es mía ante el creciente problema de estas 'ollas' que proliferan lo mismo en la 'Zona Rosa' que en Chapinero, en el sur, en el norte, en el occidente. De hecho, tras el asesinato del joven, la mediática secretaria no aparece por ningún lado. Como el avestruz, parece que enterró su cabeza en la arena."
EL ESPECTADOR - ¿Pasó el año Samuel Moreno?: "Sin lugar a dudas, la movilidad fue el talón de Aquiles del gobierno local. Los problemas en el tráfico de la ciudad, la incertidumbre sobre los proyectos que guiarán este tema y el colapso que tuvo el sistema de semaforización en el mes de octubre, generaron un caos que terminó con la intempestiva salida del Secretario de esta cartera, Luis Bernardo Villegas.(..).Alrededor de los números también hubo polémica. Una encuesta presentada por la Cámara de Comercio a mitad de año, demostró que la percepción de inseguridad en la capital había aumentado, pasando de un 34% a un 39%, la victimización había subido de un 29% a un 31%, y que el hurto a personas es el delito más frecuente (70% de los bogotanos ha sido robados)."
CARACOL RADIO - Lo bueno y lo malo del primer año de gestión de Samuel Moreno: "El primer año de gestión de Samuel Moreno como alcalde de Bogotá estuvo pasado por críticas, especialmente, relacionadas con temas de seguridad y movilidad. Sin embargo, hubo logros que no se percibieron del todo entre los ciudadanos, pero que le sumaron puntos al trabajo del mandatario, a juicio de algunos concejales.(..).En materia de seguridad, Samuel Moreno soportó fuertes cuestionamientos por la frecuente explosión de artefactos desde el mes de junio cerca a algunos establecimientos comerciales, en la estación de Policía de Suba, en dos almacenes Carrefour y dentro de varias busetas, casi de forma simultánea en dos oportunidades."