Las eliminatorias ni siquiera están a la mitad. Seguramente la estadística demostrará que la probabilidad de que Brasil entrara en una debacle continuada es más bien baja, y que se trata tan sólo de una mala racha. Aún así me intriga saber cual sería la respuesta de los hinchas brasileros, y del pueblo carioca* en general, ante una hipotética no clasificación de su equipo al Mundial de Sudáfrica-2010. Sin temor a exagerar, creo que ello sería un golpe peor para la nación auriverde que una sanguinaria dictadura militar, o una crisis económica sostenida y generalizada, o un desastre climático y humanitario a gran escala. Claro que como organizadores del Mundial del 2014, los pentacampeones tienen garantizada una "recuperación" de este golpe hipotético.
Los brasileros literalmente viven por y para el fútbol. Son el único equipo del mundo que no ha faltado a un sólo mundial. Para ellos no asistir a cualquier mundial de mayores, sería un desastre equiparable para su moral al de la derrota de los Estados Unidos en la Guerra del Vietnam, y ello a pesar de que el sentido común indicase que nada vale más que una vida humana, y mucho menos el orgullo por una camiseta de fútbol. Pero para el gobierno que estuviere eventualmente en el ejercicio del poder en ese momento, la situación sería más que incómoda. Los brasileros empezarían a buscar en quien desquitarse. Quizás empezarían a utilizar su tiempo libre en evaluar qué tan bien o mal anda la política en su país. Las exigencias y demandas del pueblo por la reducción del desempleo, por mejores condiciones socioeconómicas y más justicia e igualdad no darían espera.
Enfrentados con su realidad, quizás algunos cariocas decidieran iniciar una revolución. El país entraría en una racha de inseguridad interna, que ahuyentaría no sólo a los mercaderes de pases multimillonarios de los futbolistas, sino de productos básicos de exportación brasileros. O quizás, sólo quizás, la nación carioca asumiría la “hecatombe” con dignidad y entereza, y tratarían de entender los sentimientos de millones de hinchas de equipos humildes que hemos celebrado en su momento la sola clasificación a un mundial como una hazaña histórica. Quizás, como en esa película de boxeo de Sylvester Stallone llamada “Rocky II” buscarían el tal “ojo del tigre”, y volverían a sus raíces futboleras de antaño, esas de cuando el fútbol era un arte y una pasión, por encima de un artículo de mercadeo masivo. Y ahí si volverían para demostrar de qué están hechos, y por qué el de Brasil, se supone es el mejor fútbol del mundo.
Supóngase además, que al final de la jornada Brasil igualara con Venezuela en puntos para el último lugar de los que entran, pero que una diferencia de gol a favor del primero no los clasificara. ¿Acusaría el presidente brasileño y sindicalista Lula Da Silva a su otrora amigo y homólogo venezolano, el "revolucionario" Hugo Chávez Frías de comprar árbitros con petrodólares? O si ese equipo del empate fuera Colombia por ejemplo, ¿qué harían? ¿Cómo reaccionaría la FIFA? ¿Habría rompimiento de relaciones diplomáticas entre los países empatados? Porque hace casi cuarenta años por ejemplo, en 1969, estalló una guerra entre Honduras y El Salvador. ¿El desencadenante? Un partido clasificatorio al Mundial de México-70 entre las selecciones nacionales de estos países.
Muchos dirán quizás que, “eran otros tiempos”, o que “eso por aquí no sucedería, ya que somos democracias maduras”. Pero…, algunos de los hinchas aquí en Colombia y en el mundo han asesinado a otros hinchas de equipos rivales, por partidos de muy poca monta. Aquel cinco de septiembre de 1993 cuando Colombia le ganó a la Argentina 5-0 en Buenos Aires por la clasificatoria al mundial de 1994, hubo 51 muertos por las celebraciones en nuestro país. Y los hinchas de los países “duros” del fútbol, como Argentina, Brasil, Inglaterra, Alemania o Italia, son capaces de “hazañas” muy superiores. ¡Bah! ¡¿Pero por qué me amargo el rato con situaciones hipotéticas?! Mejor disfruto mientras pueda. Y el día que Brasil no clasifique al mundial, o se estrelle un mega-asteroide contra el planeta, o lo que sea, pues cierro los ojos y me tapo los oídos. Igual no soy hincha de Brasil. Faltaba más…
NOTA 1 (19/6/2008): *: Gracias a Titowed que me hace una observación sobre el empleo erróneo en este artículo del gentilicio 'carioca', toda vez "que no es correcto llamar a Brasil como la nación carioca o la selección carioca, los cariocas son solo los del estado de Rio de Janeiro, es como si al referirse a Colombia se dijera la nación paisa o la nación cachaca".
NOTA 2 (19/6/2008): Falta un partido de la fecha que se jugará hoy entre Venezuela y Chile, si cualquiera de los dos gana, podría subir al tercer o cuarto lugar de la tabla, pues ambos tienen siete puntos y con una victoria serían diez puntos, igualando a Colombia, y definiéndose la posición por diferencia de goles a favor. Brasil con nueve puntos se desplazaría al quinto lugar, aún en la zona de clasificación pero con repechaje. Se publicará en este blog una tabla con las posiciones actualizadas una vez se conozca dicho resultado.