Una de las melodías más famosas del planeta, quizás la más conocida, es la del video al final de este artículo. Se trata de la "Oda a la alegría" compuesta por el igualmente muy famoso Ludwig van Beethoven. La Novena Sinfonía en RE Menor, Op. 125 se inspiró en una poesía de Friedrich von Schiller del mismo nombre.
Es además el himno oficial de Europa. Pero sin duda alguna, la mejor interpretación de todas no es la de alguna pedante orquesta filarmónica europea, sino la de este humilde pero apasionado personaje del espectáculo, llamado Beaker. He aquí una innegable muestra de su talento escénico y su fuerza interpretativa. Esto sí es arte. Larga vida a Beaker.
NOTA: Los videos demasiado buenos no duran mucho en YouTube por cosas del "Copyright", de manera que es posible que este no sea la excepción.
miércoles, julio 23, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
Mi mi mi mi mi
pa pa re cioó
muuy baa caaaa nooo
eee rees gee nee racion mu ppets
esues evii deen teté.
Veen caantaa sueeña blogueaando
viivee soñaando en nueevo bloog
eeen quee loos blooggueers voolveeraán aa estaar haackeaaandoo.
;)
¿Mi mi?
mmmhhhh.........
Mi. Merci.
No se hasta que punto una filarmónica sea pedante pero definitivamente si pueden tener malas actitudes hacía otros tipos de música quedándose encerrados en su genero como la música popular no es tan técnica.
Aunque muchos músico de conservatorio ahora tocan música rock o metal progresivo que no deja de ser muy técnico, en ocasiones mas técnico que musical.
como siempre lindisimo un besito
Hola anónimo: De acuerdo con usted. Me hizo acordar del experimento de Gustavo Cerati con alguna orquesta argentina de alto turmequé interpretando canciones de Soda Stereo. Gracias por comentar.
Hola Katia: Gracias. Un abrazo.
Publicar un comentario