martes, diciembre 12, 2006

El legado de Jacques Cousteau

El héroe favorito de los buzos profesionales, y de muchos ecologistas, es Jacques Cousteau. Llevó una vida intensa, llena de viajes, aventuras y exploraciones científicas. A pesar de su fama, fue un hombre sencillo, y que a diferencia de muchos ecologistas radicales, creyó en la posibilidad de una sana convivencia entre la especie humana, y las demás especies del planeta.

Conjugó la teoría de la ecología humana con la ecología en general. Los que hayan visto la serie de Cousteau en el Amazonas, habrán aprendido no sólo acerca de las especies exóticas como el delfín rosado, las pirañas, o extraños pájaros multicolores captados por el lente de Cousteau, sino también sobre sus naturales habitantes, los aborígenes y sus rituales espirituales, incluso los de Colombia. Los buzos modernos le debemos además mucho a Cousteau, por sus innovaciones técnicas y científicas en los equipos de buceo. Hay dos barcos cuyos nombres se sabe de memoria la mitad de la humanidad, y que son el Rainbow Warrior (Greenpeace) y el Calypso (ilustrado a continuación) de la familia Cousteau. Y curiosamente ambos, a su manera, son símbolo por la lucha ecológica.


Por eso el mayor legado de Jacques Cousteau son probablemente sus propios hijos y nietos, que han continuado su tradición. Jean-Michel Cousteau, su hijo mayor, y padre de Fabien Cousteau, compañero de aventuras de su padre, así como lo fue Jean-Michel de Jacques. Jacques Cousteau sobrevivió a la tragedia de la pérdida de su segundo hijo, Philippe Cousteau, en 1979, en un accidente aéreo. Sobrevivió la muerte de su primera esposa, Simone Cousteau, en 1990, y se volvió a casar en 1991 con Francine Triplet (actual presidenta de la Sociedad Cousteau), y progenitora de su hija Diane Cousteau (1980) y su tercer hijo, Pierre-Yves Cousteau (1982). Jacques Cousteau murió en 1997 de un infarto agudo de miocardio.

Su hijo Jean-Michel Cousteau ha seguido los pasos de su padre, así como su nieto mayor, y están dedicados a concientizar sobre la necesidad de una acción más decidida por la protección de las ballenas y de los tiburones, y especialmente los tiburones de arrecife y coral, que están en serio peligro de extinción. Y no hay mejor manera de celebrar a nuestro héroe, que viendo este excelente video titulado Humpback Ballet (Ballet de las ballenas jorobadas).

3 comentarios:

Markota dijo...

La vida sencilla como principio es un privilegio para aquellos seres que están por encima del bien y del mal. Esa descripción que haces de su posición filosófica frente a la ecología es la de un hombre realmente inteligente y, sobre todo, sensato. No sabes cuánta admiración siento por este tipo de personajes. Qué más riqueza podría anhelar cualquiera que la dicha de estar en contacto permanente con la naturaleza y poder mostrarla al mundo.

EDITOR GENERAL (THL) dijo...

Hola Markota: pues ya somos dos los Cousteau´s frustrados. Cuando tenga mi propio Calypso te llamo para integrar un equipo.
Un abrazo, THILO.

Markota dijo...

Va pa'esa.