jueves, julio 27, 2006

La doble moral de SOHO

He leído la Revista SOHO muchas veces, y probablemente lo siga haciendo. SOHO es una revista que intenta mezclar intelecto con pornografía, aunque muchos de sus lectores (y editores) piensen que se trata de arte de vanguardia, mezclado con filosofía contemporánea de alto nivel. Y lo digo sin moralismos. Me gusta leer de todo un poquito. Cuando estoy de ánimos más bien frívolos, difícilmente puedo encontrar un lugar colombiano mejor para leer por la Internet. En mi experiencia, la excesiva búsqueda de lo trascendental puede ser casi tan nociva como la búsqueda obsesiva de lo intrascendental.

Dicho esto, son pocos los seres humanos del sexo masculino, y que gustan del sexo opuesto, que no han hojeado alguna vez este tipo de revistas. Habrá algunos pocos santos de nacimiento, quizás otros que crecieron en un medio represivo, donde leer estas revistas puede ser incluso ilegal. Otros no lo harán, porque simplemente les parecen de mal gusto. Los más sabios y afortunados, no tienen tiempo para hojear o leer estas revistas, porque están rodeados de exquisitas mujeres de carne y hueso, demostrándoles que la realidad supera la ficción. Como no soy tan afortunado, pues soy un ciudadano promedio, a veces toca conformarse con una revistita. Para decirlo de frente, si estoy en plan de ver viejas en pelota, prefiero incluso ver de una vez una PLAY BOY, o algo por el estilo, porque me parece más contundente su contenido, y sus fotografías, por supuesto.

Ahora bien. Hay por estos días, un escándalo mediático en Colombia (bueno, en realidad hay varios, como siempre) que gira alrededor de la publicación hecha por esta revista de una modelo colombiana llamada Alejandra Azcárate, rodeada de unos cuantos políticos oportunistas y pantalleros, todos en pelota, parodiando el motivo original del cuadro italiano de Leonardo Da Vinci de La última cena. El artículo se titula La Pasión de Alejandra Azcárate.

A partir de este incidente, algunos ciudadanos “laicos” decidieron interponer una acción penal contra Daniel Samper Ospina, el director de la revista, por intermedio del abogado Sergio Reyes. El argumento es que SOHO habría vulnerado el artículo 203 del código penal colombiano, que declara como hechos punitivos los daños o agravios a personas o cosas destinadas al culto. Como se podrán imaginar los lectores, se ha desencadenado una lucha ideológica entre los supuestos defensores de la fe, y los supuestos defensores de la libertad de expresión.

Si impera la razón, el caso será archivado, y no merecerá sanción penal alguna. Y en eso estoy de acuerdo. En lo que no estoy de acuerdo es en el manejo del problema como uno de simple “libertad de expresión”.

Haciendo uso de mi derecho a la libre expresión, considero sin embargo, que tanto las fotos como el relato del escritor Fernando Vallejo, tenían la clara intención de lesionar y ofender la dignidad de los católicos. Aunque soy católico, no soy muy practicante, y si voy a misa una vez cada cinco años es mucho, de manera que voy a tratar de demostrar mi tesis por medio de una razón pragmática. Pero primero repasaré las opiniones más relevantes que pude hallar con respecto a este tema.

La posición de los demandantes
Según apartes de la Revista SEMANA, y que pertenece a la misma empresa de revistas que la ya mencionada SOHO, la posición de los “laicos” es la siguiente: “No queremos verlos en la cárcel. (..) Sólo queremos que el Estado se pronuncie y prohíba este tipo de publicaciones que violan el derecho constitucional a la libertad de cultos”. Castro, como los demás querellantes, considera que el texto de Vallejo con las fotos de Azcarate es “muy agresivo para el cristiano comprometido”. “Que Alejandra haya representado a Cristo es una agresión a nuestros símbolos religiosos. El vía crucis también fue burlado”.

La posición de SOHO
En un comunicado oficial de SOHO, el director de esta revista pide disculpas, pero hace énfasis en que no se arrepiente: “Ofrecemos excusas a quienes hayamos podido ofender. Pero no nos retractamos. Porque para la revista, las fotos y el artículo son, aun después del escándalo, lo que fueron desde un principio: una libre expresión artística, una narración estética que nunca quiso ser ofensiva. Y de una propuesta como la que publicamos, y a la que admiramos por su creatividad y belleza, es imposible retractarse.”

La posición de los medios independientes
El periodista, académico (y amigo cibernauta, que espero siga siéndolo si llega a leer esto) y bloggero colombiano Víctor Solano, en su blog ¿COMUNICACIÓN?, manifiesta lo siguiente: “Independiente de la calidad del texto y de la producción de este artículo, un ataque frontal a la libertad de los medios es cuestionable desde todo punto de vista. ¿Se deben defender todos los artículos publicados en un medio? No, no lo creo, pero cuando los argumentos no se basan en la veracidad sino en una discusión moralista, pierden peso. No defiendo tampoco a un amigo, defiendo la libertad de expresión.”

Importante para mí resaltar el argumento moralista, porque la moral es un término muy manoseado estos días, por todos nosotros. Sé lo que piensa la mayoría de la gente que favorece la libertad de expresión, pues yo mismo soy uno de ellos. Pero la cuestión no es tan simple.

Veamos otro ejemplo de opinión, muy representativo de los medios independientes. Quiero aclarar que no estoy tratando de ser cínico o irónico al emplear el término “independiente”, pues de verdad estos son medios independientes, de gente que yo admiro. Este extracto es del blog LA COLUMNA de Julián Ortega: “La doble moral de la Iglesia Católica no tiene límites. Durante más de 2.000 años ha matado, violado y robado en nombre de Dios (no es la única, claro está), y sigue como si nada. El poder que detenta es mayor a su coherencia y a su "sincronía" con los valores que la religión católica, desprovista de la sarta de mentiras conocida como "dogmas", promueve. (..) Cuando les conviene, el aborto les sirve, como cuando unos guerrilleros del antiguo Zaire violaron a unas monjas por allá en la época de Pablo VI. Montini, ni corto ni perezoso, les dio vía libre."

Ahora si, mi opinión
El problema SI es de moral. Pero no la doble moral de los obispos burócratas de la Iglesia, ni de los fanáticos religiosos, no. Hay una razón fundamental por la que me identifico con el catolicismo (a pesar de todo): no es el Papa, no es el OPUS DEI, ciertamente, ni mucho menos quienes consideran más grave el aborto, o el matrimonio gay, o lo que sea, que las flagrantes violaciones masivas al derecho intyernacional humanitario, por parte de las Auc y las Farc. Por éstos últimos han sido imputados una buena cantidad de terroristas de extrema derecha y de extrema izquierda. Ciertamente, tampoco me explico que asesinos, como un tal Garavito, que ha confesado haber violado y matado a 126 niños, y que ahora se convirtió en alguna secta cristiana, que ya lo declaró “perdonado”, no sean excomulgados automáticamente de cualquier religión.

Pero es que yo no soy católico por estos personajes. Mi ejemplo moral, aunque sea incapaz de seguirlo, son el padre centroamericanoArnulfo Romero, o el padre colombiano Rafael García Herreros. Claro, y está el padre Jesús Adrián Sánchez Coy, cura párroco del corregimiento El Limón, de Chaparral (Tolima), vilmente asesinado el 19 de agosto de 2005 porque estaba evitando el reclutamiento de niños y niñas en la guerrilla y las autodefensas.

Mi pesar, y mi solidaridad, van con millones de desamparados, que han perdido a parte de su familia, quizás en alguna guerra, quizás por una enfermedad. El mundo está tan lleno de injusticias, que creo que no hay necesidad de convencer a nadie en este sentido. Muchas de estas personas no tienen ni para comer. Algunas se aferran a una estampa del Niño Dios del Veinte de Julio, para no caer en el desespero. Van a la Iglesia, para oír algunos coros, recibir la bendición, quizás para no sentirse solos. Ellos no tienen dinero para ir al psicoanalista y contarle que vomitaron la langosta del almuerzo, porque les angustia ser obesos. Les reconforta la verdadera santidad del joven cura párroco, o la monja misionera que se aventuraron a ir a lugares inhóspitos de la geografía colombiana, o barrios miserables en la periferia de Bogotá, a los que la mayoría de nosotros no se asomaría ni por todo el oro del mundo. Y donde la ausencia del estado es característica y permanente.

Esos seres sufridos, vejados y humillados, personas de carne y hueso, que a pesar de sus propias falencias humanas y físicas, están verdaderamente dedicadas al servicio del prójimo, y por ende de DIOS, esas son las que le dan el valor sagrado a la cruz, al altar, a la Iglesia, y todos los demás símbolos religiosos.

Como los cuarenta feligreses y su párroco, que fueron exterminados cobarde- y vilmente en Bojayá (Chocó), en el departamento más miserable de Latinoamérica, por la guerrilla. Y fueron asesinados entre las cuatro paredes de su capilla. Ese lugar, por supuesto, es sagrado para mí. Sé que para SOHO no lo es, y seguramente habrá quienes consideren que "una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa". Están en su derecho, por la libertad de expresión.

Me pregunto, ¿de qué les sirve a los marginados la libertad de expresión, si ni siquiera saben leer o escribir? Pero acaso, sólo sus muertes brutales merecen ser contadas y desplegadas por la prensa. Si mueren de hambre o abandono, acaso merecerán un pequeño titular en la sección de estadísticas demográficas. Esa es una realidad mundial.

El comité editorial de SOHO sabía perfectamente que esto ocurriría, y que una vieja sin neuronas, eso sí de cuerpo escultural, no lo niego, vende. Y vende mucho más aún, si se le asocia con algún escándalo mediático. Para ellos es una cuestión de dinero, no de libertad de expresión.

Sin embargo, si yo fuera juez del caso, como ya decía, no me quedaría otra opción que archivar el caso, pues también soy amigo de la libertad. Y sé que Dios le diría al juez que está haciendo lo correcto al hacerlo, y que esa es su voluntad.

Pero además a los verdaderos católicos este escándalo les importa un comino. Primero porque saben que la libertad de expresión, también es un derecho sagrado, aunque no lo diga la Biblia explícitamente. Un buen católico es tolerante. Dicen que Jesucristo vino a salvar pecadores, y no a quienes creen que su salvación es un hecho incontrovertible.

Algunas reflexiones finales
Los “laicos” le hicieron un flaco servicio a la causa de la fe. Era su deber saber que la libertad de expresión es sagrada, igual que la religión, y que por tanto, lo que debieron haber hecho es un debate amplio sobre el papel de los medios de comunicación para una sociedad más justa y menos superficial en sus valores morales. Deberían reivindicar los derechos más urgentes, los de los necesitados, no los de la élite que cree poseer la verdad moral. Y su deber era preponderar el verdadero significado de los símbolos religiosos. Lo único que lograron es ayudarle a SOHO y a SEMANA a vender muchas más revistas.

En ese sentido, con el periodista que mas coincido, es con Óscar Collazos, de EL TIEMPO, quien manifestara que: “Los creyentes de todas las religiones deberían aceptar que la grandeza de la fe es como una fortaleza blindada: pueden asediarla y hostigarla pero no destruirla. ¿Por qué entonces esa histeria defensiva? ¿O es que no es tan fuerte la fe? ¿Es tan frágil que, para preservarla, hay que defenderla con las leyes que juzgan los crímenes pero que, al mismo tiempo, garantizan la libertad y la tolerancia? En muchos sentidos, somos una sociedad que se resiste a salir al campo abierto y complejo de la modernidad. Agrarios sin reforma agraria, dijo un amigo ocurrente. Somos, al mismo tiempo, una sociedad plagada de hipocresías: con demasiada frecuencia, profesar una fe no es garantía de integridad moral.”

Lo anterior es muy cierto. Tanto, que los hombres y mujeres "verdaderamente justos de todo el planeta" (y que no pregonan que lo son), esos que sin ambigüedades ya se ganaron un lugar en el cielo por su entrega al otro, están demasiado ocupados para dedicarse a este ridículo debate. Por supuesto, yo mismo no pertenezco a esa categoría, pues claramente estoy tomando parte en el debate. Pero al menos se que por fuera de mi “casa de cristal”, hay gente mejor que yo, y demasiado ocupada por llevar consuelo al afligido, por brindar techo al desamparado, o alimento al necesitado. Y eso es mucho más de lo que se puede decir de los fundamentalistas religiosos, o de los periodistas de SOHO.

Esa es una verdad moral

miércoles, julio 19, 2006

Versión tropical de Blanca Nieves

Editor General se encontró con esta nueva versión y joya del séptimo arte. No se lo pierdan por nada del mundo, está buenísimo. El nombre original es Blanca Nieves y el Tao Tao. Espero que los lectores del OIMC tengan un buen sistema de sonido...

domingo, julio 16, 2006

Campaña por los niños

El OIMC se une a la campaña del escritor, fotógrafo y comunicador peruano, José Antonio Galloso, y que aboga por la concientización de los derechos elementales de los niños. Estos derechos son violados a diario de diversas maneras, bien sea haciéndolos parte de conflictos y guerras que no les atañen, bien sea en la "simplicidad" de la violencia doméstica, o en la explotación laboral en algún semáforo como mendigos o vendedores ambulantes.

Esta campaña es apolítica, y no va dirigida contra ningún movimiento político, religioso o étnico en particular. Este magnífico video es una composición fotográfica y artística de Iván Carrillo, con imágenes de niños de todo el mundo. Es simplemente, una campaña de concientización a favor de la niñez desprotegida. Gracias por escuchar.



NOTA: LOS QUE SE QUIERAN UNIR A ESTA CAMPAÑA:
Para tomar el video y pegarlo en sus respectivos espacios en la web acceder al siguiente link y copiar a la derecha de su monitor el código html correspondiente:
http://www.youtube.com/watch?v=dqCiKiEAYYk

jueves, julio 13, 2006

Schadenfreude periodística

Hace unos pocos días el periodista colombiano Víctor Solano, publicó en su blog llamado ¿Comunicación? un artículo denominado Falta de respeto con los periodistas, a partir de la denuncia del caso de una firma colombiana llamada Computrabajo que solicitaba en un aviso clasificado: "Reportero multimedia: Internet e Impreso. Periodista con alta competencia en periodismo escrito. Versatilidad, criterio de selección de temas de actualidad, capacidad de edición en tiempo real, en la redacción de noticias: óptima capacidad para estructurar textos noticiosos con todos los requisitos básicos. Claridad, fluidez, ortografía, sintaxis, gramática y vocabulario en el uso del idioma castellano".

El escándalo consistía en el sueldo ofrecido por la firma en cuestión, representado en la módica suma de 408.000 pesos colombianos (unos 158 dólares mensuales, aproximadamente) por un trabajo de tiempo completo, en un periódico virtual llamado La Nación Latina. Este post produjo aireadas reacciones de rechazo, e indignación, para con una profesión muy noble y poco comprendida como el periodismo.

Posición que el OIMC respalda plenamente, por supuesto.

Irónicamente, sin embargo, muchas veces somos los mismos profesionales los que desprestigiamos nuestras profesiones, y lo que es mucho peor, a nosotros mismos. Hace un par de días, el periodista chileno Fernando Meza, publicó en su blog llamado PERIODISMO GLOBAL, un artículo llamado Insólito: Mujer conduce programa borracha , donde se aprecian las imágenes de una periodista española llamada Diana Alonso, y que fue despedida de su canal luego de conducir ebria un programa de concursos en la TV española. A los que lo quieran ver, les recomiendo hacer click sobre el vínculo del título del artículo de Fernando Meza.



Muy irónico que en el artículo anterior del OIMC se habló de SCHADENFREUDE, y EDITOR GENERAL, a pesar del drama personal en el que debe estar la periodista, y del cual no se alegra, no pudo evitar reírse al ver el video.

¿Usted qué opina?

NOTA ACLARATORIA IMPORTANTE: Como le señala Víctor Solano, en su comentario a este post, la empresa CompuTrabajo sólo fue el canal para que otra empresa fuera la que ofreciera el "salario mísero mensual".

martes, julio 11, 2006

Schadenfreude

Según la definición disponible en WIKIPEDIA EN ESPAÑOL, SCHADENFREUDE (SF) es un término que designa el sentimiento de alegría creado por el sufrimiento o la infelicidad del otro. Por ser una palabra de origen alemán, las definiciones y aplicaciones del término están descritas con mayor amplitud en la WIKIPEDIA EN ALEMÁN, y donde se describen con mayor extensión y exactitud las aplicaciones prácticas del término. Más adelante se retomará esta definición.


En una primera instancia, habría que diferenciar entre la KLEINE SCHADENFREUDE (pequeña SF) y la GROSSE SCHADENFREUDE (gran SF), pues aún tratándose de un sentimiento algo mezquino, no es lo mismo sentir alegría porque alguien hizo el oso, como por ejemplo resbalándose y cayéndose, o porque alguna persona fue objeto de alguna broma de mal gusto. Es una SF como de travesuras intrascendentales.

La SF grande sería la de quién siente alegría por males mucho más grandes y graves, y hasta cierto punto, se correlaciona con sentimientos de venganza, odio, represión y resentimiento. Grupos humanos que se sienten perseguidos por su religión, origen étnico, tendencia política, nacionalidad o raza, por dar algunos ejemplos, se alegran cuando sus grupos humanos rivales padecen las mismas injusticias que ellos. Un buen ejemplo es el atentado terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York, que fue motivo de celebración por parte de algunos habitantes del Oriente Medio, y que se ven a ellos mismos como víctimas de la política estadinense.

Obviamente también existen los ejemplos contrarios y equivalentes en los otros grupos étnicos, religiosos y raciales. Lo importante es hacer otra subcategorización de la SF, y es la impersonal, como en el caso anterior, pues la alegría por el mal ajeno no está enfocada en una persona en concreto. Y la SF personal, que se refiere a la alegría por el mal de una persona conocida. Por ejemplo la ex esposa, o el ex esposo que se divorció por una infidelidad, y luego se entera de que su ex no la está pasando bien con su nuevo reemplazo. A estas alturas, a los lectores ya se les habrán ocurrido miles de asociaciones a partir de sus propias observaciones o vivencias personales.

Claro es, que bien sea que estemos hablando de la SF pequeña, la de la “Cámara escondida”, o la grande, la de los “males mayores”, no hay casi ningún humano viviente conocido, que pueda afirmar que “está libre de pecado”, y por ende, habilitado moralmente para “tirar la primera piedra”.

Dicho esto, vale la pena, ahora si, retomar la versión extendida en alemán del término, para señalar que la SF no es un simple reflejo mezquino bajo nuestro control. Al parecer, los estudios científicos han establecido la clara correlación entre la SF y los centros de recompensas del cerebro, que liberan los famosos mediadores bioquímicos conocidos como endorfinas, produciendo por ende una sensación de placer, o alivio del dolor de orígen psicogénico.

Lo anterior es especialmente cierto, cuando la SF se correlaciona con sentimientos de reivindicación por una injusticia sufrida. Por ejemplo, los familiares de una víctima de un crimen de asesinato y violación de un familiar cercano, se alegran cuando el criminal es sometido y ajusticiado con la pena de muerte. Por eso en los Estados Unidos, por ejemplo, uno ve esas protestas tan fuertes entre opositores y partidarios de la pena de muerte. Negar la existencia, y predominio de SF en un país como Colombia, sería incluso una misión de muy improbable éxito.

Schadenfreude y envidia
Generalmente la envidia se correlaciona con algún sentimiento de inferioridad, real o imaginado. Consiste en desear la posesión de un bien material (como el dinero o el poder), un atributo físico (fuerza, belleza o juventud), un atributo de personalidad (inteligencia, elocuencia o simpatía), que no se tiene, o del cual no se tiene lo suficiente. Entre dos infantes, un simple juguete, o una caricia, pueden ser suficientes para sentirse en franca desventaja. En el ejemplo anterior, uno de los hermanitos, o hermanitas, se alegrará cuando el otro la embarre y sea reprendido o castigado, y más aún, si sus padres no le enseñan, será un sapo consagrado desde pequeño.

La SF es un sentimiento difícil de identificar como tal, puesto que cada ser humano tiene una escala de valores individual, según la cual juzga lo que está bien o no. El fútbol es un ejemplo excelente: existen hinchas que buscan reforzar sus centros de recompensa, más que por el triunfo de sus propios equipos, por el fracaso de sus equipos rivales. Este es un caso de SF con tentáculos en nuestra intrincada y complicada estructura social, la cual los antropólogos y sociólogos deben conocer muy bien.

Schadenfreude y economía
En las bolsas de valores alrededor del mundo, el éxito de unos depende directamente del fracaso de otros. Por ejemplo, el oro y el petróleo suben de precio cuando hay una guerra a gran escala en alguna región del mundo. Por supuesto también la venta de armas, y las ganancias de sus empresas relacionadas, son muy significativas. Lo especial de esta SF es lo conciente que están los protagonistas de la misma, pues se trata de una SF muy objetiva y evidente, lo cual, no la valida en el aspecto ético, claro está. Obviamente los economistas y expertos en finanzas conocen mejor el tema.

Schadenfreude, trabajo y relaciones
Aún más evidente, es que la calificación de los servicios de un empleado, y su escalafón profesional no sólo dependen de sus logros individuales, sino del fracaso de su competencia. La ética de que todo vale en la guerra y en el amor, hacen de la SF un mecanismo de defensa, que ayuda a suprimir los sentimientos de arrepentimiento o temor de no estar haciendo lo correcto. Como la SF es pasiva, en principio, y no inducida, nadie siente remordimientos cuando no ha sido partícipe o artífice del fracaso de la competencia. Es una SF muy controversial, pues algunos la considerarán sana y otros patológica, según cada caso específico.

Schadenfreude, política y medios de comunicación
Aquí valen más o menos las mismas observaciones hechas con respecto a una economía de alta competencia. Lo interesante es que un medio de comunicación se destaca siempre con relación a otros medios, considerados de calidad inferior, o con una audiencia menor. Por ende, lo peor que le puede pasar a un medio que quiera distinguirse es ser el único. En política pasa igual. Un partido político requiere al menos de otro partido, más o menos fuerte, para legitimizarse y no levantar sospechas y suspicacias. Por eso los buenos políticos no son muy amigos de la SF.

Schadenfreude y cristianismo
Oficialmente, sin embargo, en el mundo cristiano la SF es considerada una actitud inmoral y no piadosa. Desde un punto de vista teológico, el mal engendra al mal, y no al bien, si se quiere, y por eso, especialmente en la religión católica, la SF no se justifica ni siquiera cuando se trata del infortunio de personajes malévolos. La concepción católica de la justicia no es una de venganza, sino de restitución del equilibrio espiritual, moral y material. Es un principio supremo de nobleza humana, del cual la mayoría de nosotros no queremos escuchar. ¿Será porque no produce placer?

¿Usted qué opina?
A Editor General le encantaría oír más casos, aplicaciones, opiniones, o lo que sea sobre el tema. Y no es por Schadenfreude.